La Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA) es un organismo que se dice "técnico", pero que es en realidad "político". Lo demuestra en cada decisión que adopta. Un ejemplo: la ley obliga a identificar a todos los propietarios de las fincas afectadas por aumentos de edificabilidad o cambios de uso en los cinco años anteriores a la modificación. El objetivo es dotar de mayor transparencia a los procesos de alteración urbanística, protagonistas de buena parte de los casos de corrupción destapados en los últimos años. Pues bien, la CUOTA ha bendecido modificaciones urbanísticas que ignoraron esa exigencia legal. El caso de Cabrales se ha destapado porque una vecina recurrió, pero otros colaron, con la aquiescencia de la CUOTA. Total, que si un administrado sortea una ley, por injusta que sea, debe pagar, pero si lo hacen los administradores ni se les exige ni pagan nada. Solo cobran. Mucho. Spain.
