Luis FERNÁNDEZ

La Asociación de Vecinos del Cristo ya tiene un proyecto sobre una posible reforma de las torres que rodean al nuevo Palacio de Congresos. El proyecto, realizado por la empresa Esfer, es, en opinión de Ramón del Fresno, presidente de la Asociación de Vecinos del Cristo y alcalde de barrio, «una solución idónea, práctica, moderna y actual que encaja perfectamente en el entorno».

La propuesta consistiría en el recubrimiento de los edificios con «una fachada ventilada con la que se consiga una visión actual y similar a la que presentará el palacio, especialmente en la zona de la "U" que forman las consejerías y el hotel». La propuesta incluye «el recubrimiento con vidrio de diferentes tonalidades que aporten una unidad de diseño». El representante de los vecinos considera que «sería una solución práctica, que aportaría beneficios a la estética de los edificios y que mejoraría el aislamiento y la protección al frío».

Medidas similares para adaptar edificios antiguos al nuevo entorno creado por una obra de gran importancia ya se han realizado en otras ciudades, como recuerda Ramón del Fresno: «Reformas semejantes se realizaron en Madrid, con la venta de las torres de la Ciudad Deportiva en la Castellana, o en varios edificios en Gijón, en las fachadas de los edificios de la playa».

El principal problema que presenta el proyecto es la financiación. «Hablar de un presupuesto es todavía algo prematuro, pero nos movemos en cantidades importantes, a las que los vecinos no podemos llegar», afirma Del Fresno. En su opinión, una posible vía de financiación son «los fondos europeos, ya que es un tema urbano y esos fondos ya se han utilizado en propuestas de este tipo». Además, «en ocasiones el dinero destinado a esos fondos no termina de invertirse por falta de propuestas».

El proyecto será presentado de forma oficial el próximo sábado, día 28, en una rueda de prensa en la que se dará el pistoletazo de salida a las fiestas del Cristo.

La construcción del complejo diseñado por Santiago Calatrava en la parcela del antiguo estadio Carlos Tartiere tiene uno de sus aspectos más cuestionados en el encaje estético y físico con los edificios preexistentes, las torres de Buenavista. El recubrimiento de las fachadas reduciría el contraste entre la obra del arquitecto valenciano, de acero blanco y cristal, y el entorno.

En el caso de que este proyecto de los vecinos encuentre finalmente financiación y pueda llevarse a cabo, quedaría aún pendiente de resolver otro aspecto de incompatibilidad entre el nuevo edificio y el entorno: el que afecta a la iglesia de los Santos Apóstoles, que va a quedar encajada en la zona verde que rodeará la entrada principal del complejo, entre los dos brazos elevados de la «U». Arzobispado y empresa han negociado en diversas ocasiones un cambio en la ubicación del templo, llegando incluso a barajarse su soterramiento, integrándolo en el complejo. También se sopesó la posibilidad de trasladar la iglesia a una cercana zona verde, aunque esto requeriría un complejo trámite urbanístico. Aunque el problema está sobre la mesa, no se ha alcanzado ninguna solución.

El complejo urbano diseñado por Santiago Calatrava incluye un hotel de 140 habitaciones, 12.000 metros cuadrados de espacio para oficinas del Principado, un centro comercial de 53.000 metros cuadrados, un aparcamiento de 1.700 plazas y el Palacio de Congresos en sí.