Rafael FRANCÉS

Oviedo estrena hoy su boca de metro particular. La estación de Llamaquique que ayer se inauguró se puede considerar como una conexión que siendo tren hace funciones de metro entre el interior de Oviedo y los alrededores. Un metro que ofrecerá un gran servicio a la ciudad ya que el Administrador de infraestructuras ferroviarias (Adif) calcula que más de 18.000 personas usarán las estación diariamente. En este número tendrá mucho que ver que la estación se encuentra en la zona de influencia de los edificios del Principado, donde trabajan miles de funcionarios, y muy cerca del futuro Palacio de Congresos de Buenavista.

La estación, que ha costado 19 millones y se inauguró ayer con seis meses de retraso «por culpa de las peticiones de urbanización exterior que realizó el Ayuntamiento», según Antonio Trevín, abre hoy sus puertas al público con 174 trenes de cercanías de Renfe que pararán en la nueva estación dentro de las líneas C-1 (Gijón-Puente de los Fierros), C-2 (Oviedo-El Entrego) y C-3 (Oviedo-San Juan de Nieva).

De hecho, la línea C-1 (Puente de los Fierros-Oviedo-Gijón) será la encargada de estrenar la estación subterránea, ya que el tren tiene programada su parada a las 5:38 horas en sentido Pola de Lena. Llamaquique será la única parada de Asturias, junto con la estación del Norte de Oviedo en la que pararán todos los trenes de cercanías de Renfe.

Manuel Benegas, director general de explotación de la infraestructura del Administrador de Infraestructuras ferroviarias (Adif), aseguró ayer que Llamaquique se va a convertir en un «centro nodal muy importante» en el que se espera que la demanda diaria de viajeros se sitúe en el medio plazo en torno a los 18.000.

El responsable de Adif explicó que esta actuación es el resultado de un protocolo de colaboración suscrito entre el Ayuntamiento de Oviedo, la sociedad Cinturón Verde y Renfe y señaló que el resultado ha sido «espectacular».

La nueva estación consta de un acceso en superficie, de planta rectangular y acristalado, que permite la entrada de luz natural a los niveles inferiores.

El vestíbulo, de 885 metros cuadrados, alberga los servicios de venta y atención al cliente y desde él se da paso a unas plataformas intermedias desde las que se accede a los andenes de las vías por escaleras mecánicas y ascensores, situadas 18 metros bajo el suelo.

«Sólo cuatro de cada mil trenes llegan a su destino con más de tres minutos de retraso», subrayó el directivo de Adif con respecto al índice de puntualidad de los trenes de cercanías de Renfe en Asturias.