Peregrinación por Rodrigo Grossi

David ORIHUELA

El funeral por Rodrigo Grossi Fernández fue ayer punto de peregrinación de una multitud. La iglesia de San Juan el Real fue lugar de destino y de recogimiento, de oración para arropar a la familia y los amigos del fallecido.

Grossi falleció el pasado domingo en la localidad cántabra de Laredo. Hacía lo que más le gustaba, caminar, y murió en el Camino de Santiago, ruta por la que tanto había luchado y apostado como presidente de la Asociación Astur-Leonesa de Amigos del Camino. La noticia era aún ayer una sorpresa, pese a que ya habían pasado 48 horas desde el fallecimiento. El comentario, el mismo desde la mañana del domingo: «Murió haciendo lo que más quería», pero con un matiz, «era demasiado joven».

Grossi era un luchador en lo personal, en lo político y en lo cultural, pero, ante todo, era un caballero de esos que dan prestancia a una ciudad como Oviedo. Fue concejal del Ayuntamiento, diputado en la Junta General y defensor del Museo de Bellas Artes de Asturias y del Camino.

El párroco de San Juan, Fernando Rubio, hizo suyas las palabras que muchos han dicho estos días a través de los medios, y así, recordó que Grossi «nunca ponía problemas, los resolvía». En su homilía, Rubio destacó también las tres patas del compromiso vital de Grossi, «como docente, como servidor público y con el Camino de Santiago». Fernando Rubio definió a Grossi como «una buena persona desde todos los puntos de vista», alguien que dedicó muchos años al servicio público «con una actitud muy vocacional».

Así se entiende que ayer no hubiese colores políticos. El PP ovetense y asturiano al completo, encabezado por su presidente, Ovidio Sánchez, y el PSOE, representado por la presidenta de la Junta General del Principado, María Jesús Álvarez; la secretaria de la mesa primera de la Cámara, Mercedes Álvarez, y el director general de Patrimonio Cultural, Adolfo Rodríguez Asensio. La Corporación ovetense, con todos sus concejales, y el alcalde, Gabino de Lorenzo, a la cabeza. Pero también muchos políticos que han pasado a la vida civil. Grossi fue fue concejal durante veinte años, y diputado, otros cuatro. Tras su retirada de la política, mantenía la costumbre de visitar habitualmente las dos instituciones, casi a diario. En esos años de cargos públicos dejó amigos en todos los grupos. Entre los asistentes, Mercedes Fernández, ex delegada del Gobierno en Asturias (PP), o José Carlos Madera, ex director general de Cultura del Principado (PSOE).

La iglesia de San Juan no fue suficiente para acoger a tanto amigo, compañero y deudor de Grossi; de su viuda, María Ignacia Queipo, y de sus hijos, Ignacio, Marta y Rodrigo. Una enorme muestra de respeto hacia la familia. Tres coches fúnebres cargados de coronas daban la talla no sólo de la transcendencia pública de Grossi, sino de los cariños acumulados durante años. Coronas del Ayuntamiento de Oviedo, del Ayuntamiento de Llanera, de Gobierno regional, de la Federación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago...

El funeral estaba previsto para la una y cuarto de la tarde, pero desde bastante antes era difícil acceder al templo. Cuando comenzó el oficio, la acumulación de asistentes impidió incluso que se pudiesen cerrar las puertas. La plaza de la iglesia de San Juan y los aledaños acogieron a muchos que no pudieron entrar.

Entre los asistentes políticos en activo, Salvador Fernández, alcalde de Gozón; Ramón Artime, edil gozoniego y presidente de ASAJA; los diputados regionales Joaquín Aréstegui, Cristina Coto, Ramón García Cañal, Fernando Goñi y Alfonso Román López, todos del PP. Entre los que ya no están en activo, Victoria Rodríguez Escudero, ex consejera regional en el Gobierno de Sergio Marqués; Javier Sopeña, ex senador, y Manuel Sopeña, ex diputado.

Pero no todos eran políticos o ex representantes públicos. También acudieron a dar su último adiós a Rodrigo Grossi Jaime Álvarez Buylla, presidente de la Sociedad Filarmónica; el abogado y escritor Heradio González Cano; Adolfo García Blanco, presidente de la Banda de Gaitas de Oviedo, acompañado de El Pravianu; Alfredo Canteli, presidente del Centro Asturiano, y Santiago Fernández, gerente de Cogersa.

Todos, con la intención de rendir homenaje a un ovetense de los que hacen ciudad.