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Reigada: «Esperábamos un anticipo para la nueva iglesia de la Tenderina»

El párroco se muestra «decepcionado» por la paralización del proyecto una vez más

Javier NEIRA

Un año más, y van cincuenta y uno, la parroquia de San Francisco Javier de la Tenderina seguirá esperando la construcción del nuevo templo. En una reciente nota del Arzobispado se indica que no habrá nuevas obras de cierta envergadura en la diócesis, así que sólo queda esperar a mejores tiempos.

La parroquia fue creada en 1960, arrancó como pudo en locales cedidos por vecinos hasta que, en 1964, se hizo el edificio para el cine que desde hace décadas cumple la función de templo.

San Javier se extiende por un territorio donde viven más de 20.000 personas, ya que la Tenderina ha crecido mucho en los últimos años, sin duda muy por encima de las previsiones de hace medio siglo, pero siguen con un edificio no sólo insuficiente, sino muy precario prácticamente en todos los sentidos.

El arquitecto Felipe Díaz-Miranda realizó hace tres años un nuevo proyecto de templo y estaba previsto que las obras comenzasen en el otoño de 2008. Entre la parroquia y el Obispado se costeó el proyecto y, sin embargo, primero por razones que hablan de retrasos endémicos y ahora por la crisis económica, el proyecto sigue ahí, pero no se va a ejecutar tampoco en 2011. Y es que en las previsiones de la diócesis este año sólo se contemplan inversiones por un montante de 300.000 euros, destinadas apenas a emergencias. El nuevo templo supondría una inversión de un millón de euros, aunque con los costes más reducidos también a causa de la crisis podría rebajarse la cifra incluso en un 20 por ciento.

«Llevamos así 50 años», comentó ayer a LA NUEVA ESPAÑA el párroco Alberto Reigada, «el proyecto incluye una nueva capilla, un columbario, locales y un acceso mejor que el actual, especialmente si pensamos en las escaleras. Esperábamos un anticipo para este año, que apoyaría lo recaudado por nosotros con colectas, rifas y donativos. Nos sentimos decepcionados. Llegué a esta parroquia hace ocho años y era ya una prioridad el nuevo templo, así lo dijo entonces don Carlos Osoro, el anterior arzobispo, pero por lo que sea todo quedó paralizado y ahora con la crisis encima se complica».

Normalmente, la diócesis afronta los gastos extraordinarios, como puede ser la construcción de un nuevo templo, realizando patrimonio, pero ese tipo de operaciones es muy difícil de efectuar en la actualidad precisamente por las difíciles circunstancias económicas. Y acudir a una operación de crédito no se considera viable o al menos conveniente.

Aun así, no están paralizadas todas la actividades relacionadas con la construcción, ya que se acaban de inaugurar las instalaciones del nuevo archivo histórico diocesano, de considerable cuantía.

En todo caso, como indican fuentes seglares de la parroquia de San Javier de la Tenderina, allí se desarrolla un sinfín de actividades pastorales, sociales y educativas. El número de personas en torno a la institución religiosa es muy elevado y las posibilidades, por la falta de espacio o por la inadecuación del existente, se ven frenadas o al menos mermadas. No es exagerado asegurar que la parroquia es el principal foco de actividad del barrio.

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