El personal del HUCA denuncia fallos de gestión que impiden "sacar adelante el trabajo"
Las quejas se extienden a todo el complejo, de las cocinas a la ventilación
"No somos capaces de sacar adelante el trabajo", advirtió ayer el personal de Enfermería del HUCA (Hospital Universitario Central de Asturias). Con camas supletorias en todas las habitaciones, nueve pacientes más por planta, la epidemia de gripe aún por llegar a su apogeo y un sinfín de inconvenientes cotidianos la plantilla reconoce que está desbordada y desmotivada por un estado de excepción que empezó con el traslado a La Cadellada y que aún se mantiene a pesar de los meses transcurridos.
La lista de agravios y fallos de gestión que esgrimen los sindicatos es interminable. Hablan de retrasos de hasta una hora en el reparto de las comidas a las habitaciones por falta de personal en las cocinas -faltan siete pinches en cada turno, denuncian-, del mal funcionamiento del servicio de lavandería, de problemas en el funcionamiento de los robots -los populares "manolines"-, de falta de material tan básico como una sonda, del deficiente mantenimiento de la ventilación, de los problemas para acceder a una plaza de aparcamiento o de la imposibilidad de disponer de una taquilla. "He visto a compañeras cambiándose de ropa en el coche", aseguraba una enfermera. Los delegados sindicales sostienen que "hace falta contratar más enfermeras, tanto para la plantilla estructural como para urgencias".
Acercamiento a Gerencia
Ayer por la mañana, la junta de personal del HUCA mantuvo una reunión con Manuel Matallanas, el gerente del área sanitaria IV y responsable de la gestión del complejo hospitalario. "Se ha abierto un cauce de diálogo que pensábamos que estaba totalmente roto", manifestó la presidenta de la junta, Ramona García (UGT). Matallanas, según contó, pidió disculpas por haber aireado sus sospechas de que las inundaciones en el atrio del Hospital el pasado mes de agosto pudieran haber sido provocadas y exculpando a los trabajadores. Adquirió el compromiso con los representantes de la plantilla de mantenerles al tanto de sus gestiones, con reuniones cada seis semanas, y aseguró, según los trabajadores, que si Gispasa -la empresa pública que actúa como central de compras del HUCA- no lo resuelve antes él mismo ordenará la adquisición de las sábanas y toallas que faltan.
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