El oncólogo Ángel Jiménez Lacave afirma que "los seres humanos no queremos la eutanasia, lo que pedimos es no sufrir". El antiguo jefe de servicio de Oncología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) recurrió a sus más de 40 años de experiencia en el sector para hacer esta afirmación. "Durante toda mi vida profesional, solo dos pacientes de oncología me pidieron la eutanasia". Explicó que uno de ellos era "un paisano normal" que tenía un tumor y llegó solicitándola desde que ingresó en el HUCA. "Al ver que lo tratábamos con normalidad, se le olvidó. Nunca más volvió a hablar de ello". En el otro caso, explicó que fue la hermana de un paciente joven agónico la que le pidió que "acabara con su vida porque estaba sufriendo. Ella vivía fuera, y se sentía algo culpable. Creo que pensaba más en acabar con su sufrimiento que en el de su hermano. Esto confirma que lo realmente no queremos es sufrir". El especialista hizo estas declaraciones durante su conferencia "Muerte digna, derecho a decidir y eutanasia", una exposición que realizó ayer, en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA.

Lacave aseguró que el debate sobre la eutanasia "siempre aparece en otoño y acaba en los días previos a Navidad". Repasando diversos artículos, el oncólogo destacó las dos posiciones principales que existen sobre la muerte digna. "Los que están a favor de la eutanasia creen que la dignidad depende de la calidad de vida; hacen una valoración cuantitativa de ella. Sin embargo, los que tienen una visión ontológica de ella, creen que el hombre tiene dignidad por el hecho de ser hombre. Y por eso, calificar la muerte digna encubriéndola de eutanasia es una falacia y un absurdo". Lacave también centró su exposición en el dilema entre libertad y honradez. "El origen de las crisis actuales es la crisis moral que vivimos, porque la cultura occidental ha puesto como meta la libertad y no la honradez, y por eso se han saltado todas las normas de conducta. La gente pide en las calles honradez, no libertad".