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Peras con sabor a Asturias

Peras con sabor a Asturias

El pueblín estaba al norte de St. John's, en Terranova (Canadá). Un muelle de juguete con un viejo pintando una lancha y dos mirones, y una docena de casas marineras pegadas al acantilado.

Uno de aquellos edificios era el hotel. Sencillo y cuidado; el comedor en el bajo. Las habitaciones en el piso, con buena calefacción y una mesina ideal para escribir con el Atlántico semihelado al otro lado de la ventana.

Al final del pasillo la sauna, ajustada de volumen, en la que se podían hacinar los clientes, independientemente de sexo, raza, volumen o religión. En las paredes se veían fotografías viejas de temas de mar.

Era mediodía. Me senté a comer. La camarera era roxa como el azafrán. El gen recesivo que se encuentra a menudo por cualquier caleya nuestra.

Me sirvió sopa de pescado. Detrás irían una especie de migas manchegas con más bacalao que pan y una salsa de apoyo. Para beber, una pinta de cerveza, oscura y gorda como puré de arbejos. Vi que nos habían copiado los vasos de sidra.

La roxa atendía con diligencia. Era fuerte y ágil. Ideal para una casería, pensé. La sopa entraba sola, y la cerveza también. Al otro lado de la cristalera, en el muelle, entre el viejo que pintaba la lancha y los dos asistentes técnicos había desacuerdos; miraban el bote desde cerca y desde lejos, inclinándose. No se arreglaban. La roxa salió un momento y con los brazos en jarras les gritó algo. Uno de los críticos de arte marchó calle abajo presuroso, como si fuese a hacer un recado. Ella volvió a entrar moviendo la cabeza con cara de decir "¡Hombres!".

Dejó en mi mesa las migas de bacalao. Le pedí otro caldero de cerveza. El sabor del plato era total, sobre todo comido en aquel ambiente de pescadores. En la fotografía más próxima a mi mesa unos hombres barbudos, recios y antiguos sacaban a hachazos tiras de grasa a una ballena del tamaño de un Alsa.

El postre era un frutero con media docena de peras. Grandes, verdes con algo de russeting (tonalidad pardusca en la piel). Ella me las sirvió y siguió veloz para otra mesa.

El peral, Pyrus communis, rosácea muy próxima al manzano, es de tamaño medio. Se cultiva a pleno sol sin dificultad, siendo exigente en la calidad del suelo. Se pueden cosechar peras la mayor parte del año jugando con las variedades. En tiendas tradicionales de planta y en viveros se venden los plantones de dos años ya injertados, y a un precio muy asequible. La plantación debe de realizarse en invierno, en la habitual poza de 60 centímetros de lado, con algo de abono orgánico en el fondo, procurando no doblar las raíces y no enterrar el cuello. Resisten bien la poda. A los dos o tres años de plantado dará las peras más ricas del mundo, precisamente por ser de nuestra propia cosecha.

En un momento de lucidez brumosa, debido a la riqueza en sales y vitaminas del litro abundante de cerveza, relacioné datos clave de la camarera: aquel remangu propio de las asturianas, su mando sobre los paisanos, el pelo azafrán? Recordé que durante siglos, y aún hoy, marineros de Bustio a Vegadeo habían cruzado el océano hasta aquella isla remota.

Unos hombres que tardaban meses en volver a casa, en busca de ballenas. Las cazaban en medio del mar con arpones lanzados a brazo, y acabada la batalla desembarcaban en aquella isla, quizás en el puertín en el que yo estaba, donde las faenaban transformándolas en barriles de grasa fundida -el petróleo Brent de entonces.

Todos ellos volverían a Luanco, a Candás, a Tapia al final de la campaña. Comprendí entonces que alguno de aquellos asturianos bravos había inoculado entre besos a una lugareña aquel gen recesivo, procedente de una familia de vaqueiros, alleranos, o de allandeses, que en todos esos lugares salen niños roxos alguna vez.

Mordí una de aquellas peras redondeadas y, al igual que la camarera, un poco pinta la rama. Era carnosa y plena de sabor, sin duda como aquella mujer, y entonces entendí como los hijos del territorio nacido de Astúrica Augusta habían poblado el mundo llegando hasta lugares tan remotos como aquella mágica isla de Terranova.

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