El gobierno local (Somos, PSOE e IU) aprobará esta mañana en Junta de Gobierno una nueva ordenanza para la protección del aire, impulsada desde la concejalía de Medio Ambiente, que dirige el edil Ignacio Fernández del Páramo (Somos). La nueva normativa, con 74 artículos, tres capítulos y un anexo, sustituye a la hasta ahora existente, que data del año 1994 y regula las competencias municipales en el ámbito medioambiental, especialmente la contaminación atmosférica. En esta norma no están recogidas la regulaciones por ruido, radiaciones y contaminación biológica, que serán objeto de sus propias normas.

La norma que hoy se aprueba regulará, entre otras cosas, instalaciones para agua caliente, calefacción y aire acondicionado, focos de origen industrial, garajes, aparcamientos y talleres y otro tipo de actividades como incineradoras, fabricación o manipulación de alimentos, tintorerías, demoliciones, limpieza de fachadas y obras potencialmente emisoras de partículas. Entre otras exigencias que impone el Ayuntamiento, la mayoría de carácter técnico, figura la obligación a los dueños de industrias de presentar anualmente los baremos de contaminación de sus empresas. También se detalla que las torres de refrigeración para el aire acondicionado en locales o casas se tendrán que situar en la cota más elevada del edificio, "insonorizadas y apantalladas". La ordenanza también recoge un capítulo dedicado a sanciones, que se dividen en leves, graves y muy graves y que tendrán multas de entre 750 y 3.000 euros.

La protección atmosférica es una de las cuestiones que más preocupan en la concejalía de Medio Ambiente. El miércoles, Del Páramo exigió al Principado la elaboración de un plan comarcal para mejorar la calidad del aire como los existentes en Avilés o Gijón. El edil denunció, además, que la mitad de las alertas por contaminación registradas en el medidor de Ventanielles fueron erróneas.