Llegar paseando hasta Colloto, con seguridad y caminando por la acera, es lo que quieren los ciudadanos que, desde la página web del Ayuntamiento de Oviedo y las redes sociales, promueven una iniciativa a favor de habilitar los arcenes de la carretera que une ambas localidades para el tránsito de peatones.
"Una simple acera, por donde la gente pueda bajar paseando o cuando no funcione el bus urbano", sugiere el promotor de la iniciativa, que es secundada por otros vecinos y sobre la que el Ayuntamiento ha abierto una consulta ciudadana a través de su página web.
Más allá del Palais, ya en el último tramo de la Tenderina Baja, la acera desaparece y quien se proponga llegar andando hasta Colloto debe hacerlo por el arcén de la carretera nacional que llega hasta allí.
Los ciudadanos que frecuentan sus inmediaciones aseguran haber visto a "gente mayor, poco ágil" caminando y cruzando por la rotonda de Cerdeño y se quejan de la incomodidad y la inseguridad para los peatones. "Actualmente es muy complicado ir andando hasta Colloto", aseguran y reclaman "aceras" y "pasos accesibles para todos". "De Ventanielles y Cerdeño a Colloto el peatón, simplemente, ni se consideró que existiera", opina alguno.
Desde La Corredoria
Los defensores de la propuesta llaman la atención sobre la diferencia de trato que los poderes públicos y las autoridades municipales dan a los peatones en el centro urbano y en los barrios, en los que sostienen que solo piensan en dar cabida a los automóviles.
Hay quien va más allá y llega a sugerir que "con el tiempo se podría hacer una ruta peatonal que uniese La Corredoria, por la senda del colesterol detrás de Ikea, con Colloto". "Quedaría un paseo precioso", comentan. Además, añaden, por las proximidades pasa el trazado del Camino de Santiago.
"Las mejoras en las comunicaciones dan más vida a los barrios", hacen notar los partidarios de la obra.
La distancia que separa la Tenderina Baja y Colloto es de apenas dos kilómetros, a lo largo de los cuales los peatones no tienen más opción que caminar por el arcén.
