Henar Fernández Ibáñez, gerente de la Asociación de Ayuda a las Personas con Parálisis Cerebral (Aspace), que tiene en Latores desde 1983 el centro Santo Ángel de la Guarda, nació en Oviedo el 12 de mayo de 1978 y pronto sintió la llamada del trabajo social y las causas solidarias. Henar Fernández, madre de tres hijos, es una de esas mujeres que cada día hacen "malabarismos" para estirar el tiempo y estar casi en varios lugares a la vez.
Una clara vocación social que nació en el colegio. "Nací en Oviedo en el año 1978 y siempre he tenido una clara vocación hacia lo social. Estudié en el colegio Virgen Milagrosa y las hijas de la Caridad y su prestación de ayuda a los colectivos que más dificultades presentan fueron un referente para mi. Desde que era estudiante participé en distintas asociaciones y organizaciones destinadas a colaborar con los más desfavorecidos. En principio, siempre lo hice como voluntaria , sin pensar en dedicarme profesionalmente a nada relacionado con esas actividades. Trabajaba en una consultora farmacéutica y con el fin de mejorar la conciliación familiar, busqué reorientar mi carrera profesional y lograr así más estabilidad y mejores horarios sin viajes ni noches fuera de casa. Cuando surgió la oportunidad de empezar en una Asociación como Aspace y vi la labor que hacían no lo pensé".
El cambio en la percepción de la vida. "Trabajar en Aspace supuso un cambio en mi percepción de la vida y de la discapacidad. Aunque mi puesto no implica una atención directa con los usuarios del centro, conocer a las familias que forman parte de la asociación me hizo modificar muchos aspectos de mi escala de valores. La alegría y la generosidad con que estas familias se enfrentan a las dificultades y obstáculos del día a día me ha enseñado mucho y estoy muy orgullosa y satisfecha de trabajar en una entidad como esta".
Un entorno que facilita la vida diaria. "Me gusta Oviedo porque es una ciudad cómoda para vivir y para tener niños. Soy madre de tres hijas de 5, 4 y 2 años y poder ir andando a casi cualquier sitio a la vez que disfrutamos de todos los servicios de una capital es un lujo que no tienen todas las ciudades. La oferta cultural se acerca bastante a mis preferencias y gustos aunque echo de menos más actividades destinadas a los niños".
Los juegos en el Campo San Francisco. "Uno de mis lugares favoritos es el Campo San Francisco. Para mí es un lugar entrañable, forma parte de mi infancia. Ahora quiero trasmitir a mis hijas ese cariño por el parque. Las llevamos siempre que podemos y disfrutamos de las zonas de juegos infantiles y del estanque de los patos. En general, Oviedo es una ciudad bonita y cuidada aunque en los últimos años noto que ha empeorado un poco la limpieza y se ven muchas pintadas que afean las fachadas".
Lectora voraz, miembro de un club de lectura. "Me gusta leer desde que tengo uso de razón, sobre todo ciencia ficción y novela histórica. Últimamente, desde que soy madre, los libros sobre crianza y educación ocupan un sitio destacado. Participo en un club de lectura que me da la oportunidad de conocer otros estilos de literatura y me descubre libros, ya que por falta de tiempo no suelo estar muy al día en cuánto a novedades. Además, estudio psicología en la UNED desde hace dos años. Lo hago por afición y porque creo que puede ayudar me a ser mejor profesionalmente y como madre. La Psicología infantil y la orientación familiar me parecen campos muy importantes para mejorar el futuro de la educación y la sociedad".
Defensora de la libertad de elección educativa. "La educación de mis hijas me preocupa mucho. Creo en la libertad de elección del colegio que más se ajuste a mis valores e ideología. La oferta educativa en Asturias es amplia y hay colegios muy buenos y con grandes profesionales. Es importante que los padres podamos basarnos en más razones que la cercanía al domicilio para elegir. La influencia de los años escolares y de los docentes y personal que están tantas horas con los niños, muchos años, tiene que ir acorde con los principios que queremos inculcarles desde la familia".
La dificultad de compatibilizar familia y trabajo. "Como mujer y madre veo que no es fácil compaginar la familia con una carrera profesional. Afortunadamente, trabajo en una empresa en la que no se me discrimina por ser mujer y en la que ser madre no ha sido un inconveniente. Aunque no llevo sola el peso de la casa y la educación de mis hijas, veo que es un problema social muy importante. Hombres y mujeres somos distintos y hay aspectos como la maternidad que no deben igualarse. El embarazo es de la madre. La conciliación no existe. Es un problema de educación social. Un parte de la pareja renuncia a mucho y en vez de felicitarla y ayudarla se la penaliza. El descenso de la natalidad es preocupante".
