Las II Jornadas de Patrimonio Industrial condujeron ayer a una veintena de personas por el pasado obrero de Trubia. Con el geógrafo Antonio Huerta como guía se adentraron por los barrios y colonias residenciales para los trabajadores de la Fábrica de Armas y descubrieron curiosidades, como la existencia de un proyecto en 1907 para dotar de línea de tranvía a la localidad. A la luz del pasado, Huerta introdujo algunas pinceladas más actuales como el frustrado museo del ejercito.

Huerta mostró el esplendor industrial de la localidad de los valles del Nalón a lo largo de un itinerario guiada, que tituló "El desarrollo espacial de Trubia a través de sus barrios. Dos siglos de historia obrera". La visita partió de la plazoleta de Trubia, a las diez y media de la mañana y duró aproximadamente dos horas y media.

Junigro, la Fábrica de Armas -vista desde el exterior-, la pasarela o antiguo puente del ferrocarril y el barrio de Coronel Esteban fueron algunos de los hitos del itinerario, a lo largo del que Huerta, que preside la Asociación de Vecinos de Trubia, vinculó los datos históricos con su historia personal.

"La visita tuvo una parte sentimental y reivindicativa", explicó Antonio Huerta. El historiador forma parte, según comentó, de la "sexta generación de la Fábrica de Trubia y el primero de la familia que no trabaja en ella".