Aldeas Infantiles SOS inaugura el martes su primer Centro de Día en Oviedo para atender a familias en riesgo

El Centro de Día de Oviedo, el primero que Aldeas Infantiles SOS pone en marcha en Asturias, abrirá sus puertas el martes a las once del a mañana en la calle Manuel del Fresno del barrio de Vallobín. El equipamiento atenderá a niños y sus familias en situación de vulnerabilidad derivados por los Servicios Sociales de Atención Primaria del Ayuntamiento.

Desde el Centro de Día se ofrece orientación a los padres para que puedan cuidar mejor de sus hijos y se facilitan los recursos necesarios para favorecer el desarrollo físico, intelectual y emocional de los niños. Su objetivo es apoyar y fortalecer a familias en situación de riesgo con el fin de evitar medidas más severas de protección, como sería la separación de un niño de su familia.

El nuevo espacio está ubicado en el Distrito Urbano 2, desde donde un equipo multidisciplinar ofrecerá atención directa a un máximo de 40 niños de entre 6 y 16 años y a sus familias de los barrios de Vallobín, Cristo Buenavista, Cuidad Naranco y Centro, las zonas más necesitadas de este recurso de acuerdo con los Servicios Sociales de la capital asturiana. De los menores y las familias en situación de riesgo de Oviedo, casi un 35% pertenecen al área geográfica que cubre el nuevo Centro de Día.

Aldeas Infantiles SOS cuenta con 8.802 socios, padrinos y donantes en Asturias, cuyas aportaciones financiarán los gastos del centro, tanto el alquiler como los servicios prestados a la infancia vulnerable local.

Desde que la crisis económica comenzase en 2008, Aldeas ha doblado el número de niños atendidos en España. En los últimos cinco años se han abierto doce nuevos Centros de Día y el de Oviedo se suma a los 21 que Aldeas Infantiles SOS ya tiene en España, desde los que se atiende a 1.360 niños y 647 familias.

Cómo trabajamos: prevención y fortalecimiento familiar

Los niños acuden al Centro de Día por las tardes, a la salida del colegio. En él encuentran un espacio de reunión, merienda, juegos no dirigidos, apoyo escolar, tutorías individuales, salidas culturales y de ocio, así como talleres educativos sobre educación en valores, inteligencia emocional, educación afectivo-sexual y educación medioambiental.

Con las familias se trabaja por las mañanas. Se les capacita en habilidades parentales básicas, fortalecimiento de vínculos familiares, resolución de conflictos y organización familiar. También se ofrece atención individualizada en función de las carencias específicas detectadas en los niños.

La finalidad es impulsar su desarrollo y autonomía, mediante la formación en habilidades y el fortalecimiento de sus redes familiares y sociales.

El equipo profesional, formado en principio por una directora, una trabajadora social y un educador social, y que se irá adaptando a las necesidades que detectemos, trabaja en red con la comunidad que rodea al niño, como centros educativos, de salud o terapeutas, además de la Administración y los Servicios Sociales.

Los niños y familias que acceden al programa cumplen algunas de las siguientes características:

Niños:

• Requieren un apoyo especializado para completar su desarrollo personal.

• Tienen dificultad de acceso a los recursos comunitarios.

• Conviven en un ambiente sociofamiliar que presenta factores de riesgo y vulnerabilidad, que en algunos casos puede provocar una medida de protección.

• Tras haber pasado un tiempo en acogimiento residencial o familiar, retornan con sus familias de origen.

Familias:

• Precisan de ayuda y orientación para cubrir adecuadamente las necesidades básicas de los niños, tanto materiales como emocionales.

• Poseen una red social y familiar frágil o inexistente, lo que puede llegar a generar una situación de desatención en el niño.

• Tienen dificultades para ejercer de manera apropiada los roles parentales.