La denuncia de un intento de secuestro de un alumno del IES Pérez de Ayala de Ventanielles el pasado 21 de marzo a la salida de clase fue una simulación del menor para tapar las malas notas que acababa de recibir. Esa es la conclusión de la Policía Nacional después de tres semanas de investigaciones en la que quedó probado que el menor se autolesionó y no hubo ninguna furgoneta de las características que describió el estudiante aquel día en su trayecto hacia casa.

Fuentes policiales apuntan a la existencia de numerosas contradicciones entre la declaración prestada por el menor y las pruebas obtenidas durante las pesquisas. El menor declaró que un hombre salido de la parte trasera de una furgoneta le abordó y trató de introducirlo en el vehículo. Asimismo, señaló que tras un forcejeo logró librarse del varón, pero durante el mismo perdió la chaqueta y sufrió pequeños daños en un brazo.

La labor policial permitió desbaratar el relato del niño, cuyas intenciones serían eclipsar las malas notas obtenidas y evitar así una más que posible riña familiar. Los agentes comprobaron que el menor salió del centro junto a un grupo de amigos y no solo como había señalado en un primer momento. Los mismos testigos indicaron que no portaba chaqueta alguna y en lo que se refiere a los rasguños que presentaba en uno de los brazos, los agentes sostienen que se los provocó para dar credibilidad al relato.

"Si no subes, te mato"

El testimonio del estudiante apuntaba a que el hombre que le asaltó llegó a amenazarle. "Si no subes, te mato", puso en boca de su supuesto secuestrador. La versión fue desbaratada por los policías tras comprobar mediante distintos medios que no hubo ninguna furgoneta del tipo descrito en la calle Río Sella, en la que, aseguraba, habían tenido lugar los hechos denunciados.

La Policía Nacional llamó la misma semana de los hechos a la prudencia para "no alarmar a la población". Sin embargo, la denuncia justo un día después de un supuesto intento de secuestro de dos mujeres en la plaza Cuatro Caños de La Corredoria, que todavía está sin resolver, encendió las alarmas en la ciudad. Los agentes trabajan también para esclarecer otra supuesta tentativa de rapto denunciada por una vecina en un portal del Cristo el pasado 7 de marzo.