Es uno de los lugares más queridos por los ovetenses, meta de la vuelta ciclista de España y antiguo puesto republicano de la Guerra Civil. El Monte Naranco guarda entre sus curvas páginas enteras de Historia y mantiene todavía algunos de los monumentos más representativos de la capital asturiana. Pero los años pasan para la montaña y necesita algunos cuidados para mantenerse como el primer día. Ahora mismo su principal apoyo se encuentra entre plataformas como "Manos por el Naranco", "Todos Unidos por el Naranco" y la Asociación "Fuente de los pastores". La lucha para "visibilizar" el monte se ha reactivado y ahora los colectivos urgen una serie de medidas para mejorar el entorno. La lucha pasa, ahora mismo, por conseguir una figura jurídica que garantice la protección del monte como monumento natural.

En esa lucha está "Todos Unidos por el Naranco" una de las tres principales asociaciones que combate el olvido de la gente y que cuenta con muchos años de actividad por el Naranco a sus espaldas. La antigua plataforma "Amigos del Naranco" revivió el año pasado con un nuevo nombre, pero con las mismas ganas de ayudar. Se trata de la agrupación de todas las asociaciones vecinales que intervienen en el Naranco y ya tienen muchos planes para el futuro.

La primera medida será, según Ángel del Valle, presidente de la asociación, "la creación de la figura jurídica de protección del monte", que se iniciaría con la conversión de los meandros de Brañes en monumento natural. Además, quieren reivindicar El Pevidal, la antigua finca de la familia Masaveu que quieren transformar en un parque público. Por último, y como novedad, tienen en marcha una lanzadera de autobuses desde San Claudio hasta el Naranco, "sobre todo para la gente mayor".

Pero la revitalización del monte sigue en marcha, no se para. Se vio este mismo domingo en la tradicional romería de la zona, organizada por la asociación vecinal "Fuente de los pastores". "Se repartieron hasta 567 bollos", afirma orgulloso Carlos Madera, presidente de la plataforma organizadora. Esta fiesta ha sido recuperada por la asociación vecinal hace dieciocho años, después de su olvido en los años 80. En 2007 consiguieron otra medida fundamental para los que viven en el Naranco: trazar una acera desde la Fundación Vinjoy hasta el aparcamiento de los monumentos, que "dio mucha vidilla a los vecinos", razona. Para el futuro tienen en mente varios proyectos, como pedir "un poco más de limpieza en los caminos", además de restaurar la catarata cercana al Centro de Interpretación del Prerrománico y el arroyo que se desborda con las lluvias e inunda el camino que sube hacia los monumentos históricos. En resumen, "que el Naranco siga siendo un lugar natural, una expansión de Oviedo con un patrimonio histórico", explica Carlos Madera.

La otra jornada festiva tradicional que se celebra en el monte es su jira, que gracias a la plataforma "Manos por el Naranco" volvió a su lugar de origen el año pasado. Según Carlos Llaneza, presidente de la asociación, "es también una fiesta reivindicativa". Lo más importante para la plataforma es "dar a conocer el Naranco porque la gente no se implica en algo que no conoce", y para ello han puesto en marcha actividades como excursiones, limpiezas por toda la montaña y un ciclo de conferencias sobre botánica, geología y elementos arquitectónicos de la Guerra Civil que todavía se encuentran en el monte.

El mayor problema del Naranco, para Carlos Llaneza, "es la indiferencia de la gente", y para resolverlo seguirán una lista de objetivos muy claros. En primer lugar, quieren ser "una transmisión entre el monte y el gobierno" para hacer del Naranco "un espacio histórico, cultural y natural, con elementos que requieren atención". También piden que se califique como patrimonio de interés cultural los pozos de nieve donde antiguamente conservaban el hielo y los alimentos.

Recuperar las rutas

La plataforma "Manos por el Naranco" quieren restaurar los antiguos caminos. Por ejemplo, en las rutas que recorren la montaña, porque, lamentan "se están desperdiciando recursos y tiene mucho potencial". Y después del éxito de su primer ciclo de charlas en el RIDEA (Real Instituto de Estudios Asturianos) piensan repetir con otras temáticas como la fauna, las canteras del monte y el Naranco visto como un espacio de ocio.