Alfredo Canteli, presidente del Centro Asturiano de Oviedo, era ayer un hombre feliz viendo como los niños disfrutaban de las actividades organizadas en el club de campo del Naranco con motivo de las fiestas de Nuestra Señora de Covadonga. "El Centro está muy vivo", subrayaba Canteli, mientras contemplaba como los pequeños hacían cola para conocer de primera mano el trabajo de los Bomberos de Oviedo. Los niños disfrutaron atendieron las explicaciones de los efectivos de emergencias, pero lo que más les gustó fue comprobar que la fuerza con la que el agua sale de la manguera les permitía hasta derribar las vallas que se habían puesto en el aparcamiento.

Además de jugar con la manguera, los pequeños pudieron subirse a un camión de bomberos y dar una vuelta por el recinto del club.

Otra de las actividades que destacó Canteli fue la inauguración de un campo de disc golf "que es una actividad muy atractiva para el Centro". De la misma opinión es Fernando López-Cancio, que ayer se encargó de dar unas nociones básicas a los socios del club que se acercaron al campo de cuatro hoyos (o canastas) instalado junto al hórreo del Centro. "Una de las claves está en no tirar el disco muy alto", explicaba el monitor a una de sus alumnas, mientras los más pequeños parecían tener más destreza que sus mayores.

La esperanza del profesor es que "las familias se animen porque a los niños les gusta mucho pero tienen que engancharse también los padres".

Enganchados estaban, pero a los pinceles, un grupo de chavales que participaron durante toda la tarde en el concurso de pintura de las fiestas. Concentrados en una de las salas del edificio principal del club, pasaron buena parte de la tarde demostrando su buen hacer como artistas.