"Valero de Urría se adelantó un siglo a su tiempo", aseguran sus editores

Rafael de Zamora y Pérez de Urría, tercer marqués de Valero de Urría, fue un intelectual adelantado un siglo a su tiempo. En 1906 publicó "Crímenes literarios", un libro que ha empezado no hace mucho a reconocerse, al menos entre los aficionados a la ficción especulativa, debido al carácter pionero en el mundo de su "máquina cerebral", considerada por los críticos la primera ficción centrada en un ordenador personal propiamente dicho.

La computadora que describe Valero de Urría estaba dedicada a la producción automática de textos literarios, discursos políticos y de otra índole, todo presentado como si fuera un sarcástico folleto publicitario.

Así lo explicaron ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Mariano Martín Rodríguez, Glyn Hambrook, prologuistas de la edición y artífices de la recuperación de la obra, y el editor Francisco Arellano, que han unido sus esfuerzos para volver a sacar a la luz un libro que, según dijeron ayer, "se entiende mejor ahora que en el momento en el que fue escrito".

Valero de Urría fue "un hombre muy culto y desastroso empresario y un hombre culto que tradujo 'La Iliada' del griego", como recalcó la periodista Isolina Cueli, moderadora del acto en el que también estuvo Margarita Fernández, nuera de Rafael de Zamora y viuda de su hijo, que conserva importante documentación del autor, entre otros documentos, la citada traducción de "La Iliada", que nunca llegó a editarse.

"Estoy en el exilio asturiano", escribió el marqués a sus amigos tras su llegada a Oviedo desde Francia. Una de las cosas que más le llamó la atención fue el choque con esa sociedad que retrata Clarín en "La Regenta", en contraste con el cosmopolitismo parisino. Rafael de Zamora fue el primer presidente de la Sociedad Filarmónica de Oviedo y un activo miembro de la vida cultural de la ciudad. Mariano Martín Rodríguez y Glyn Hambrook lamentaron el desconocimiento que reina sobre el autor ahora rescatado por ellos del olvido.