Alejandro Villa intentó muchas veces sin éxito llamar la atención del helicóptero que sobrevoló el monte de Tineo en el que se había perdido el domingo cuando hacía senderismo. Lo vio pasar dos noches por encima de su cabeza mientras el frío se apoderaba de su cuerpo y apretaba el hambre. Estaba en un punto de difícil acceso en Llaneces de Calleras al que llegó desde Bustellín dispuesto a hacer una ruta por las Hoces del Esva, entre Tineo y Valdés. El lunes por la noche se puso a dar voces en cuanto vio que el helicóptero regresaba a la base. Era la última baza de este comerciante, dueño de Confecciones Villa en la calle Jovellanos. Y dio resultado. Una vecina le oyó y avisó inmediatamente a los Bomberos de Asturias. Le rescataron a primera hora de ayer durante una operación complicada en la que los efectivos tardaron veinte minutos a pie en llegar junto a él. Finalmente, le izaron hasta la aeronave y le llevaron al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

Al cierre de esta edición, permanecía en observación dentro del área de Urgencias. Presenta hipotermia y "sólo algunos rasguños", a falta de realizarle más pruebas médicas. Sus familiares relataron ayer la odisea a LA NUEVA ESPAÑA. Le han visto a ratos dentro de un box en aparente buen estado. Según él mismo les ha contado, no sabe qué pudo pasar para acabar en un lugar tan recóndito y -quizás en alusión a una caída- habla del "mal estado del terreno". Lo que sí recuerda perfectamente es que hizo señas "desesperado" al helicóptero con la esperanza de que alguien le viera y que llegó un momento en que apenas notaba el intenso frío en el cuerpo.

Villa había hecho esa y otras rutas senderistas en numerosas ocasiones. Sus suegros tienen una casa en los alrededores a la que acude regularmente los fines de semana. "Salimos todos a buscarle desde que denunciamos su desaparición porque nos unimos al dispositivo de búsqueda", explicó ayer su mujer en la puerta de Urgencias arropada por las hermanas y un tío del comerciante. El 112 recibió el aviso de desaparición a las 22.37 horas del domingo. La última conexión del móvil del sastre había sido hacia las 14.00 horas. Después, su familia le llamó y le envió mensajes insistentemente sin éxito. El teléfono no daba señal. El Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (Sepa) montó un amplio dispositivo formado por Bomberos de Asturias (entre ellos, la Unidad Canina y el jefe de la zona occidental), la Guardia Civil de Navelgas y voluntarios de Protección Civil de Tineo.

Hicieron las labores de rastreo prácticamente sin descanso hasta las 18.00 horas del lunes con el objetivo de retomarlas ayer por la mañana. Sin embargo, se pusieron manos a la obra antes de lo esperado, a las 20.50 horas. A una vecina de Llaneces de Calleras le pareció oír gritos de auxilio en una zona de bosque, así que el equipo al completo fue hasta allí delimitando dos zonas de búsqueda; una desde el río Bárcena hacia Llaneces de Calleras y otra desde el río hacia Paniceiros.

Estuvieron toda la noche buscando a Alejandro Villa hasta que uno de los equipos le oyó gritar a primera hora de la mañana. Los bomberos comprobaron y fijaron la posición con GPS. Estaban a unos 80 metros de él, en una zona de difícil acceso. Veinte minutos más tarde, un grupo de bomberos llegó a su altura a la vez que un helicóptero medicalizado.

La familia del comerciante no se ha separado de él desde que llegó al HUCA por lo que la tienda de confección y ropa laboral de la calle Jovellanos estaba ayer cerrada. Un cartel en la puerta aclara que es por "motivos familiares". Eso sí, sus familiares, felices tras el rescate, planeaban ayer en la puerta del servicio de Urgencias retomar la actividad comercial lo antes posible.