El poder económico y social de la Iglesia en Asturias entre los siglos V y XXI. Éste es el objeto de un curso de Extensión Universitaria que comenzará el 14 de febrero y se prolongará hasta el mes de mayo. La inscripción se cierra el lunes, es gratuita y no es necesario ser universitario para asistir.

"A nivel económico y espiritual la influencia de la Iglesia es enorme", resume Miguel Dongil, director del curso. Durante siglos la institución recibió donaciones de dinero y toda clase de bienes, pagos por misas y enterramientos. Además tenía "derechos económicos" como el diezmo, relata Dongil, que subraya que "la Iglesia administra esos bienes y todo revierte a la sociedad con muchas actividades culturales, educativas y asistenciales".

Dongil, doctor en Historia y profesor de los Institutos Teológicos, está especializado en la historia de la Iglesia entre los siglos XVI y XVIII, "cuando tenía escuelas gratuitas de primeras letras, algo que no tenía la Corona. La Iglesia disponía además de hospitales para la atención de enfermos y albergues de peregrinos", es decir, realizaba una función social que no hacía el Estado, y de ahí que su influencia fuese "enorme".

"Históricamente la Iglesia ha ayudado a los sectores más desfavorecidos", explica el experto, que señala que aunque la época actual está fuera del ámbito de sus estudios, la Iglesia sigue haciendo lo mismo en esos sectores. Hasta finales del XVIII la Corona no tenía demasiado interés por la educación y otras cuestiones, así que el papel de los clérigos era absoluto. Ahora es el Estado quien atiende esas necesidades básicas de sanidad, educación y ayudas sociales, pero la Iglesia lo sigue haciendo en paralelo a través de instituciones como Cáritas.

En siglos pasados el poder económico estaba en la orden de San Benito. A finales del XVIII la entidad más rica de Asturias era el monasterio de San Juan Bautista de Corias, propiedad de los benedictinos. Orden que también tuvo su impronta en la cultura de la época desde el ovetense monasterio de San Vicente con fray Benito Jerónimo Feijoo. Si bien la influencia de Feijoo fue de suma importancia en el XVIII, la educación estaba en manos de la Compañía de Jesús, hasta su expulsión de España en 1767. "Los jesuitas eran muy queridos en la población porque tenían contacto con todos los niveles sociales. Tenían maestros en todos los niveles educativos, desde las primeras letras hasta la Universidad, y estaban repartidos por toda Asturias pese que sólo tenían un colegio, el de Oviedo", explica Dongil. Con la expulsión de la Compañía la Corona se encontró con un grave problema, con la necesidad de sustituir a todos los profesores jesuitas por docentes laicos.

El curso de Extensión Universitaria analizará todas estas cuestiones, pero no se centrará en ellas ya que se remontará hasta el siglo V y avanzará hasta la actualidad. Dongil no tiene constancia de precedente alguno de que la Universidad de Oviedo organizase un curso sobre la historia de la Iglesia, por eso lo plantea como una posibilidad única de adentrarse en parte de la historia de Asturias "que hasta el momento estaba un poco olvidada".

Los interesados en asistir al curso pueden inscribirse a través de internet en la plataforma "Uniovi Directo"; por teléfono, llamando a Extensión Universitaria al número 985103930, o acudiendo en persona al número 3 de la calle Principado.

Dongil destacó la importancia de "este tipo de iniciativas de colaboración entre instituciones civiles y eclesiásticas".