La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

IVÁN OJANGUREN | Ingeniero informático, escritor, músico y coach

"Si quitas la capa cultural, debajo hay siempre un ser que desea ser escuchado"

"Estudié Ingeniería Técnica Informática y al mismo tiempo empecé con la guitarra; con mi banda, 'Gaia', llegamos a ganar un premio 'Amas'"

Iván Ojanguren, a la entrada del talud de La Ería. LUISMA MURIAS

Iván Ojanguren se reinventó a los 31 años de edad. Ovetense de Vallobín, descubrió que la vida tiene sentido si se ayuda a los demás. Recientemente regresó de La India, donde participó en un proyecto con directivos de la Fundación Vicente Ferrer.

Oviedo en los genes. "Nací en Oviedo en 1980 y me crié en Vallobín. Soy el menor de cuatro hermanos. Mi infancia fue la típica: iba al colegio y pasaba casi todo el día en la calle o en casa de mis abuelos mientras mis padres trabajaban. Desde muy joven mis padres siempre me dieron bastante libertad para entrar y salir, lo cual les agradezco enormemente. Se forjó en mí un sentimiento de responsabilidad y confianza muy fuertes. Mi adolescencia pasó sin pena ni gloria; nunca comprendí muy bien para qué servía esto de estudiar y esforzarse, más allá de que sea lo lógico, o mi obligación, así que terminé mis estudios previos a la universidad con una nota relativamente baja. Tenía esa extraña sensación de que nada de lo que tenía disponible para estudiar me gustaba; me sentía bastante perdido, la verdad".

La aparición de la informática. "En 1998 empezó el boom de la informática. Me convencí a mí mismo y comencé a estudiar Ingeniería Técnica Informática en Oviedo. Tardé casi 8 años en aprobar la última asignatura de aquella carrera, con mucho sufrimiento, cosa de la que no me siento orgulloso. Al mismo tiempo que sacaba la carrera comencé a estudiar guitarra y sonido profesional. Meterme en el mundo de la guitarra y del rock fue la primera decisión que tomé por mí mismo. Con mi banda de aquellos tiempos, "Gaia", llegamos a ganar un premio Amas a la mejor canción rock del año 2009. Trabajé un año en Oviedo y luego en Madrid una temporada donde crecí mucho profesionalmente. Regresé a Oviedo como jefe de equipo. Trabajaba implantando la historia clínica electrónica en los hospitales públicos del Principado. Fueron años duros de los que sólo recuerdo presión y un sinfín de problemas físicos".

Crisis existencial y vocación profesional. "El punto de inflexión llegó en el año 2011. Fiché por la multinacional Indra y me fui a trabajar a Baréin donde estuve tres años. Tuve que mirar el mapa para saber exactamente dónde se ubicaba aquel país que era más pequeño incluso que Asturias. Me sentía asfixiado en Oviedo. Sentía que necesitaba un cambio. Creía que cambiar de empresa y de aires me ayudaría. Al cabo de seis meses en Bahréin tuve una crisis existencial muy fuerte. La presión y el estrés no solo no disminuyeron, sino que aumentaron. De pronto nada de lo que estaba haciendo tenía sentido; tuve la sensación de que mi vida había sido una serie de decisiones circunstanciales y autoimpuestas, pero no me reconocía en ellas. En realidad, aquello fue la crisis de los 40, aunque me llegó a los 31 años. Decidí que tenía que descubrir lo que de verdad quería hacer con mi vida. Comencé a descubrir actividades en las que sentía que disfrutaba y además era bueno, amén de marcar una diferencia y solucionar problemas que sentía que merecían la pena ser resueltos. En definitiva: encontré mi vocación profesional dedicándome a ayudar a personas y organizaciones. Y a eso me dedico desde el año 2015, año en el que despedí a mi jefe y comencé mi nuevo viaje".

La India: una nueva experiencia. "En octubre del año 2018 mi querido amigo Daniel Álvarez, del Instituto Ben Pensante, me llamó para formar parte de un equipo de profesionales que iríamos a trabajar con los directivos de la Fundación Vicente Ferrer en Anantapur, India. Allí hicimos sesiones individuales y grupales a más de 80 personas, en inglés. Aquella experiencia me hizo ver que todos somos lo mismo: personas tratando de abrirnos camino. Confirmé que cuando quitas la capa cultural, debajo hay un ser humano que desea ser escuchado, acogido y respetado. Aquel viaje me enseñó tanto que acabé escribiendo un artículo en mi blog".

Enamorado de Oviedo. "Estoy enamorado de mi ciudad. Cuando me fui de aquí creía que Oviedo me asfixiaba y nada más lejos de la realidad. Vivir aquí es estar en el paraíso. Comprendí que para estar bien no es tan importante dónde estás físicamente, sino cómo te encuentras tú mismo. Soy fan de la Sierra del Naranco. Vivo en avenida de Pando y en veinte minutos puedo estar recorriendo sus senderos, valles y pistas. Haber vivido tres años en un desierto sin estaciones hace que ahora ame la lluvia y las estaciones".

Nuevos proyectos. "Aparte de mi día a día donde ayudo a las personas a que encuentren sus prioridades y su vocación profesional, también estoy presentando mi segundo libro 'No más excusas' y terminando mi tercer libro, 'La extraordinaria vida de la gente corriente' donde entrevisto a personas corrientes que han encontrado su vocación. Mi intención es inspirar a otros con sus historias".

Compartir el artículo

stats