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De la estación del Norte a Mauthausen

La asociación "Stolpersteine" de víctimas del nazismo concede una de sus placas al asturiano Luis Montero, que estuvo dos años deportado

Placas "Stolpersteine".

Luis Montero Álvarez (nacido en Casorvida, Lena, en 1908 y fallecido en un lugar indeterminado de Francia, posiblemente en 1950) es el primer asturiano que ha recibido el reconocimiento de la asociación "Stolpersteine" de víctimas del nazismo, un colectivo que otorga placas conmemorativas a personas deportadas a campos de concentración, tras estudiar y analizar su biografía. Su familia quiere que la placa, del tamaño de un adoquín de 10x10 centímetros, se instale en la acera frente a la estación de Renfe en Oviedo. Allí trabajó Montero desde los 16 años como fogonero al mudarse con su familia de Lena a la capital asturiana hasta que en 1939 se escapó a Francia y su vida dio un vuelco.

Comunista activo en la Guerra Civil, formó parte de la resistencia española contra los nazis en Francia, fue deportado dos años al campo de concentración de Mauthausen, liberado y reintegrado a la lucha clandestina en Asturias para desaparecer misteriosamente en 1950. Según su familia, muerto a manos del PCE por haber desvelado bajo tortura dónde estaba el refugio de Manolo Caxigal y sus hombres, importante foco resistencia del Partido Comunista en la clandestinidad. "Su cuerpo yace en alguna fosa no marcada. Santiago Carrillo era el único que sabía dónde podía estar, pero nunca nos lo quiso decir", comenta Silvia Ribelles, sobrina nieta de Montero, historiadora y autora de loa biografía "Luis Montero Álvarez 'Sabugo': en los abismos de la historia" y de la obra, "La vida en un puño", que es una biografía novelada.

Precisamente Ribelles, que reside en Estados Unidos, se puso en contacto hace años con la asociación "Stolpersteine" para revisar el caso de su tío abuelo y la posibilidad de concederle una de sus placas, obra del artista alemán Gunter Demnig y que reciben el mismo nombre que la agrupación, en castellano: "escollo" o "piedra en la que se tropieza".

Sin respuesta municipal

El colectivo "Stolpersteine" dio luz verde a la concesión de la placa, pero ahora falta que el Ayuntamiento haga lo mismo. Es decir, que autorice su instalación en la acera. El artista alemán tiene previsto viajar a Oviedo en abril para entregar el obsequio conmemorativo y asistir a su instalación, pero el viaje será en balde si el municipio no da la autorización. "Hice la solicitud al Ayuntamiento en octubre y está tardando bastante en los trámites. Reconozco que pude tener falta de previsión, pero ahora, la excesiva lentitud de la burocracia municipal puede hacernos perder el reconocimiento a Luis Montero", explica su sobrina nieta.

Montero era el tercero de trece hermanos. Todos de la Falange salvo él, que contra todo pronóstico se hizo comunista. Es probable que su simpatía por el PCE empezara al mismo tiempo que comenzó a trabajar de fogonero en la Estación del Norte, cuando vivía en Los Pilares con sus padres. Casi todos los hombres de su familia eran ferroviarios y su padre le alentó a seguir la tradición familiar al cumplir 16 años viendo que se había escapado del Seminario de Valdediós al que antes le habían mandado a estudiar. En la estación del Norte forjó amistad con Juan Ambou, que participaría de forma destacada en la Revolución de 1934 fundando el "soviet" de La Argañosa junto a Aida Lafuente. Su ideología y convencimiento de lucha eran tan fuertes que años más tarde, ya en Francia, recibió la Medalla de la Resistencia, la Cruz de la Resistencia y el grado de Capitán de las FFI (Fuerzas Francesas del Interior). En Mauthausen estuvo desde marzo de 1943 hasta mayo de 1945, cuando el campo de concentración fue liberado. Sin embargo, aproximadamente cinco años después fue abatido por los suyos.

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