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Su tiempo es oro solidario

El Club Montealegre pone en marcha a un grupo de voluntarios que acompañan a ancianos, enfermos o inmigrantes

Su tiempo es oro solidario

Rocío Mori es estudiante de Pedagogía y quería hacer algo en el tiempo que le dejan los estudios y el trabajo, quería ayudar a alguien. No tenía muy claro el camino a seguir hasta que lo encontró en el banco de tiempo solidario del club Montealegre. Ahora Rocío pasa las tardes de los viernes con los miembros de la asociación Down Asturias. Y pronto empezará a ir los sábados por la mañana.

"Me ofrecía para ir dos horas al mes, los viernes, pero al final estoy haciendo casi el triple", reconoce. Lo resume muy gráficamente en uno de esos días de exámen que uno sale cabreado de la facultad. "Pensé en no ir, en aparcar el voluntariado por esa tarde, porque la verdad es que no me apetecía hacer nada", explica. Su fuerza de voluntad y su compromiso pudieron más y allá que se fue como todos los viernes. En pocos minutos se olvidó de la facultad, del exámen y de los malos momentos vividos ese día. "Si tienes un mal día, ellos lo arreglan con su sonrisa", explica. Además, se ha dado cuenta de otra cosa, que la experiencia con los chavales de la asociación Down Asturias le ha servido para ir aclarando su futuro profesional. "Había pensado dedicarme a cuestiones sociales pero ahora lo tengo clarísimo, esto es lo que quiero hacer", afirma con decisión. El mes que viene empezará las prácticas de su carrera, experiencia ya tiene.

El club Montealegre puso en marcha su banco solidario de tiempo dentro del programa de actividades para conmemorar sus 50 años. Virginia Palacios es una de las responsables de esta iniciativa y se remonta a los inicios del programa, el pasado mes de enero, para explicar que en el club "pensamos que la celebración del 50º aniversario era el momento perfecto para establecer un compromiso de solidaridad con la sociedad ovetense así que pensamos qué podíamos hacer y se nos ocurrió que había muchas personas que necesitaban ayuda y nosotros les podríamos ofrecer nuestro tiempo".

Isabel García es la coordinadora del proyecto y la que detalla como se llevó a cabo esa idea inicial. Se pusieron en contacto con entidades públicas y privadas para ofrecer su apoyo y así por el momento colaboran con la asociación Down Asturias pero también con la residencia de personas mayores del ERA (establecimientos residenciales de Asturias) en el Cristo, las Hermanitas de los ancianos desamparados del Naranco o con las religiosas de María Inmaculada que desarrollan su trabajo con inmigrantes. "Cubrimos las necesidades de las instituciones y atendemos a mayores, discapacitados y todo tipo de personas sin tener en cuenta su origen", apunta García.

Por el momento el banco de tiempo solidario del Montealegre tiene 13 voluntarios pero esperan ser más, "sobre todo jóvenes", los que se pongan en contacto con el club para seguir trabajando por los que más lo necesitan.

El voluntariado está muy presente en el Montealegre. Un claor ejemplo es Paula Ferrer que tiene muy claro que este año repetirá la experiencia del añ o pasado como voluntaria en un campamento en Hungría. Paula reconoce que no es una persona demasiado abierta por lo que llegar a un campamento con enfermos mentales en un país en el que no se conoce el idioma se le pudo hacer muy cuesta arriba. Estuvo 10 días y todo cambió. "Al principio no sabías cómo comunicarte conellos pero al final te acabas entendiendo con tan solo una mirada y es magnífico, es un trabajo que te llena", explica.

Lo único que tenían era tiempo y es lo que ofrecen. Pasan tardes charlando con personas mayores que están solas en residencias, les hacen los recados o bailan con chavales con síndrome de down. Al final es el tiempo mejor invertido porque las que ganan son ellas.

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