Marcelo Carruébano tiene una tienda de electrodomésticos en la calle Bermúdez de Castro, y está contento con la buena disposición de los clientes. "La gente se está animando a comprar más en el pequeño comercio; muchos llevaban dos meses que no podían cambiar los aparatos y había que reponerlos", señala. Otro cambio que ve es que los compradores "prefieren ahora aparatos de mayor calidad, para que les duren algo más".
Tras abrir la tienda el día 11 de mayo, tuvo tres jornadas con colas de gente que llegaban al exterior. "Se veía a la gente con ganas de comprar, incluso hubo una persona que llegó sin idea de lo que quería comprar; simplemente tenía que comprar algo", relata.
La semana pasada, las ventas bajaron un poco, pero no demasiado; la actividad es todavía buena. Pero lo que más le anima es lo que oye a sus clientes. "La gente te lo dice, hay que comprar más en el pequeño comercio", asegura. El valor de la tienda del barrio es que, además de vender, informan y dan servicio. "Y mucha gente se dio cuenta de la vida que da el pequeño comercio, lo valoraron", concluye.
