Los fondos europeos están en fase embrionaria, pero el Ayuntamiento ya está empezando a moverse para conseguir financiación. En cuanto se abra el plazo, el Consistorio presentará tres “declaraciones de interés” al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para captar fondos de Bruselas con los que ejecutar tres proyectos: la construcción de una planta de energías renovables, avanzar en la digitalización de la administración y un plan de movilidad sostenible que recuperará el carril bici proyectado hace un año por la concejalía de Seguridad Ciudadana. Esta última es la más avanzada, ya que recuperará un proyecto conocido y guardado hasta ahora en un cajón. El nuevo plan trabajará sobre la proyección de cien kilómetros de carriles elaborada por la Policía Local, aunque deberá contar con el beneplácito de Infraestructuras.
Aunque sean conocidos como carriles bici, la idea que maneja el concejal de Economía, Javier Cuesta (PP), va más allá. Estas nuevas vías estarían adaptadas a todo tipo de vehículo sostenible como, por ejemplo, los patinetes eléctricos. El nuevo plan municipal de movilidad pasa por construir aparcamientos dotados de estaciones de recarga en distintos puntos del recorrido. La idea, que el Consistorio lleva barajando durante largo tiempo, estriba en favorecer “la iniciativa privada”, facilitando la incorporación de empresas privadas de alquiler de bicicletas o patinetes.
La construcción de la red de movilidad sostenible estaba prevista que entrase en el presupuesto de 2021 que, finalmente, no llegó a buen puerto a causa de la pandemia. Con el presupuesto de 2020 prorrogado, el proyecto de los carriles quedó postergado en beneficio de otros más urgentes, pero las ayudas europeas podrían rescatarlo. Su implantación ayudaría a definir y tejer los distritos de la ciudad a través de los ejes de peatonalización blanda que se han ido definiendo en los últimos años y que se empezaron a poner en marcha, de forma parcial, durante el desconfinamiento.
Además, Cuesta (PP) ya está trabajando en otras dos solicitudes para captar fondos europeos. Una de ellas pasa por un proyecto de digitalización aún por concretar y la construcción de una central eléctrica que funcione con energía verde. Esta instalación está pensada para ser levantada en la zona del Rubín y Ventanielles. Y, según explicó el edil a este medio, las líneas de trabajo buscan un modelo mixto de aprovechamiento de energía forestal y fotovoltaica. Esta planta serviría para alimentar, en primer lugar, el edificio de Seguridad Ciudadana, con la idea de que, en un futuro, pueda servir también para dotar de energía eléctrica a edificios residenciales.