La decisión municipal de duplicar el espacio de las terrazas hosteleras para contrarrestar las restricciones sanitarias y las restricciones en interior a causa de la pandemia dispararon el último año el número de solicitudes de los bares y restaurantes para sacar sus mesas y sillas a la calle. Desde el pasado mayo, cuando el Ayuntamiento puso en marcha esta medida extraordinaria, Urbanismo tramitó 225 licencias de terrazas frente a las 190 alcanzadas como mucho en los anteriores, a pesar de que en 2020 muchos negocios bajaron la persiana. La concejalía de Nacho Cuesta (Cs) se basa en estos datos para defender la necesidad de redactar una nueva ordenanza, cuyo principal objetivo será perpetuar la ampliación de las terrazas incluso más allá del fin de las restricciones, lo cual es aplaudido por un sector hostelero que reclama acordar el texto con los vecinos. Estos ya han pedido una reunión “urgente” con el Ayuntamiento para tratar una iniciativa a la que, en principio, se oponen frontalmente.
Los empresarios dan por buenos los argumentos de Nacho Cuesta para abordar un nuevo texto que ayude a poner los pilares de la recuperación económica. “Se ha demostrado que la actual ordenanza se podía mejorar, y que las modificaciones llevadas a cabo, además de suponer un balón de oxígeno para el sector, dejan claro nuestro compromiso de convivencia con los vecinos”, defiende el presidente de la junta local de Otea en Oviedo, David González Codón.
En la calle Gascona acogen con alegría la idea de continuar dando margen a los hosteleros de cara a la ocupación de la vía pública y lo atribuyen al comportamiento ejemplar de sus negocios desde el inicio de la crisis. “En el último año se demostró una convivencia con los vecinos exquisita”, indica el presidente del Bulevar de la Sidra, Pedro Caramés, convencido de que “lo bueno para la hostelería será bueno para una ciudad que está volcada con el turismo”.
A pesar de las expectativas generadas, los responsables de los establecimientos se niegan rotundamente a convertir el cambio del marco normativo en una imposición. “Egoístamente, el planteamiento es bueno para nosotros, destacamos sobre todo la necesidad de hacer la ciudad más atractiva con iniciativas como la homogeneización de las terrazas, pero para ello necesitamos de un acuerdo con todos los sectores”, defiende el presidente de la Ruta de los Vinos, Edén Jiménez, temeroso de que la propuesta municipal se convierta en una guerra entre Otea y los vecinos. ”Hay que sentarse todos y acordar algo sensato y bueno para la ciudad”, propone.
Por su parte, el presidente de la Ruta del Oviedo Antiguo, Casto Fano, recibe la consolidación de la ampliación de las terrazas como una oportunidad para que el sector pueda demostrar su capacidad de hacer las cosas bien, con beneficios a toda la ciudad. “Con esta medida se nos está dando un voto de confianza, pero ahora tenemos que demostrar que somos serios y profesionales para devolver el favor que se nos hace”, apunta Fano, calificando de “muy positiva” la medida. En el lado extremo se sitúan varios colectivos vecinales autodefinidos como “críticos y afectados en primera persona” con todos los cambios que se están planteando en la ordenanza de terrazas. La asociación de vecinos del Fontán “Pérez de Ayala”, Afectados por la Movida, la plataforma vecinal del Antiguo, el colectivo vecinal de las calles Gascona e Indalecio Prieto y la Plataforma de Vecinos Ciudad de Oviedo (PLAVECO) solicitaron ayer una reunión “urgente” con el Alcalde y el concejal de Urbanismo para “conocer de primera mano y con carácter inmediato” los planes municipales para la nueva normativa municipal. Las asociaciones lamentan que el Ayuntamiento no esté contando para este proceso con ellas “para nada”, a pesar de que han recurrido al Tribunal Superior de Justicia de Asturias la prórroga de la ampliación de las terrazas y en su día habían “trabajado activamente para diseñar la ordenanza actual”. A juicio de las entidades vecinales, “se está atendiendo únicamente a los intereses de una asociación de hostelería”, en clara alusión a Otea, a la que esta misma semana las mismas asociaciones reprocharon en una manifestación “querer privatizar las fiestas de San Mateo” con su propuesta de sustituir los chiringuitos tradicionales por casetas gestionadas por gente del sector.
“Barra libre”
Desde la oposición municipal, el edil socialista Diego Valiño acusó ayer al gobierno municipal de “romper el consenso de la ordenanza actual” para “conceder barra libre” a una parte del sector hostelero. “El PP y Ciudadanos están aprovechando una situación excepcional para perpetuar lo que en principio era un privilegio puntual de ocupar las calles de Oviedo”, denuncio Valiño, reprochando que no se tenga en cuenta la opinión de los vecinos.
