“Leo”, el perro que sobrevivió al cuchillo del parricida confeso de Vallobín, no volverá al albergue municipal de animales de La Bolgachina. El Ayuntamiento de Oviedo ha cedido la custodia del animal a la ONG Mundo Vivo, que acogió a “Leo” a principios de año y que lo ha seguido tutelando pese a los sucesivos intentos del gestor de la perrera para que el can retornase a sus instalaciones. Nacho Cuesta, concejal de Urbanismo y Medio Ambiente y primer teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Oviedo, ha firmado ya la resolución por la que cede la custodia a la protectora de animales, después de que una providencia del juzgado de instrucción número 3 de Oviedo confirmase que la tutela del animal corresponde al Ayuntamiento, frente a las pretensiones del Centro Canino La Ería, la empresa que gestiona el albergue de La Bolgachina, que quería recuperar el control sobre el animal.
“Leo” era el perro de Nuria González, la mujer de 86 años que falleció en su piso de Vallobín, el pasado mes de diciembre, a manos de su hijo, Vicente F. G. , “Tinín”. El animal resultó gravemente herido durante el ataque, presumiblemente al tratar de proteger a su dueña, y quedó bajo tutela municipal.
En un primer momento, “Leo” fue trasladado a la clínica Quirós, que en ese momento gestionaba el albergue. Allí, el animal fue tratado de sus heridas físicas, aunque ya desde un primer momento se comprobó que tenía serias secuelas psicológicas a consecuencia del ataque.
Una vez que el perro salió de la clínica, y después de que pasasen los ocho días legales que dicta la ley para que lo reclamasen sus propietarios, los responsables del albergue cedieron su tutela a Mundo Vivo. Aunque es una práctica usual que no debería haber supuesto problema alguno, esa cesión se tramitó en plena transición en la gerencia del albergue municipal de animales, que por esas fechas pasó a manos del Centro Canino La Ería, y en medio de una fuerte disputa entre el nuevo gestor y los trabajadores.
La custodia de “Leo” centra desde entonces una disputa legal entre el gestor de la perrera y la ONG, pese a que el Ayuntamiento de Oviedo se había mostrado dispuesto, ya desde un primer momento, a dejar al perro en manos de Mundo Vivo, ya que tanto Nacho Cuesta como el director general de Urbanismo, Jorge Fernández-Mier, entendían que el animal no debía volver a una jaula del albergue tras todo lo que había pasado.
“Hemos recibido muchas presiones y amenazas para que devolviéramos a ‘Leo’ a la perrera, pero teníamos claro que eso no lo íbamos a hacer. El Ayuntamiento ha mostrado una gran sensibilidad y le agradecemos que nos haya cedido la custodia”, señala Luis Bernardo, de Mundo Vivo, quien constata que, en estos meses, “Leo” ha superado gran parte de sus traumas, pero que aún sufre algunas secuelas del ataque, y que de hecho tiene pendiente una intervención, ya que una de las puñaladas que sufrió le seccionó una salival, lo que le origina periódicamente un bulto de saliva en el cuello.
Nacho Cuesta, por su parte, no oculta su satisfacción ante la resolución del caso. “Es una gran noticia para los que defendemos el bienestar animal y la lucha contra el maltrato. La triste historia de ‘Leo’ tiene ahora un final feliz y ahora estará donde mejor pueden cuidar de él, con una protectora. Hemos considerado que la cesión a esta protectora era la mejor salida para este animal y estamos satisfechos de que el juzgado nos haya dado la razón”, concluye Cuesta.
La nueva ordenanza elimina la tasa para adoptar animales
Quienes quieran adoptar alguno de los animales alojados en el albergue de municipal de La Bolgachina ya no tendrán que rascarse el bolsillo a partir de 2022. La concejalía de Urbanismo y Medio Ambiente, de la que depende el equipamiento donde se alojan los ejemplares abandonados por sus dueños, suprimirá la ordenanza fiscal relativa a la prestación de servicios del albergue y con ella los 20 euros que se cobraban por adopción hasta la fecha. El concejal Nacho Cuesta motiva el cambio fiscal en la “voluntad política de facilitar todo lo posible la adopción de animales errantes acogidos en el albergue municipal”, pues califica de “exiguos” los ingresos obtenidos por las arcas municipales. Los técnicos dieron el visto bueno a la decisión pues sostienen que dicha tasa no constituía un tributo obligatorio, sino que correspondía a una competencia municipal de fijar este tipo de cobros por determinados servicios. Fuentes de la concejalía se muestran confiados sobre los efectos positivos de una iniciativa que entraría en vigor cuando lo hagan el resto de ordenanzas fiscales para el año 2022, las cuáles podrían ser elevadas en las próximas semanas a la junta de gobierno para su correspondiente aprobación. La supresión de esta tasa se suma a otros cambios anunciados como la bajada en un 5,6% del IBI diferencial hasta situarlo en el 1%, así como la reducción del tipo del general del IBI del 0,56 al 0,54 con la intención de congelar los recibos compensando la subida prevista inicialmente por la revisión catastral aprobada por el gobierno central en 2012.
