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Santa Bárbara gastará 14 millones en modernizar la Fábrica de Armas de Trubia

La multinacional incorporará robots de soldadura y digitalizará la planta ovetense para hacer frente a los nuevos contratos de blindados

Operarios de Santa Bárbara, en el taller, durante el montaje de un blindado. | Irma Collín

Nuevos contratos, nuevos tanques y nuevos retos. La multinacional Santa Bárbara Sistemas quiere actualizar la Fábrica de Armas de Trubia en un plazo de cinco años con el objetivo de que la industria ovetense siga siendo competitiva a nivel internacional. El grupo empresarial planea invertir hasta 14 millones de euros en la digitalización de la planta armamentística e incorporando nuevos sistemas de construcción basados en la robótica. El nuevo 8x8 “Dragón” que se fabrica en Trubia es, según el Ministerio de Defensa, la vértebra de la digitalización del Ejército de Tierra. Santa Bárbara Sistemas tendrá los bolsillos llenos gracias al macrocontrato de este nuevo blindado, presupuestado por el Ministerio en unos 2.100 millones iniciales que consiguió gracias a su entrada en la Unión Temporal de Empresas (UTE) Tess Defence. Santa Bárbara, que fabrica las barcazas de los tanques en Oviedo, tiene garantizados unos beneficios del 9,15% del programa de acuerdo con las negociaciones que cerró el año pasado con el departamento de Margarita Robles.

Los cambios en la Fábrica de Trubia, que vivirán un nuevo empujón durante los próximos cinco años gracias a la nueva inversión prevista, requerirán una transición hacia un empleo más cualificado. Especialmente en el taller de la industria trubieca. Los 13,8 millones de euros reservados por la empresa para la mejora de las instalaciones se destinarán especialmente al proceso de transformación del acero. Trubia se hará con nuevos robots de soldadura, algo poco habitual en la industria armamentística, puesto que obliga a planear toda la construcción específicamente par a poder valerse de las nuevas máquinas inteligentes, también se plantean mejoras en el apartado logístico y la compra de nuevos equipos de corte y viraje de gran precisión. Según los últimos datos de la compañía, Santa Bárbara Sistemas tiene 720 empleados. Los nuevos contratos (el 8x8, o el suministro de tanques a las fuerzas armadas filipinas) elevan la previsión de contratos hasta los 900.

La obsesión de la compañía es el mañana. Aunque para poder asumir la construcción del nuevo blindado de cadenas para el Ejército de Tierra han necesitado acometer diferentes inversiones en la planta trubieca, la intención es que la renovación de la Fábrica de Armas de Trubia sirva para continuar a la vanguardia de la industria armamentística europea. Actualmente, Santa Bárbara Sistemas tiene en Trubia dos líneas de producción, construyendo blindados de ruedas y de cadenas, lo que es una anomalía en el mundo del armamento. En Europa, solo Francia y Alemania tienen instalaciones capaces de mantener dos líneas de producción de estas características.

Las nuevas inversiones orientan la fábrica a nuevas tecnologías. El programa “Dragón” obliga a Trubia a convertirse en una industria 4.0., en la que lo físico se una a lo virtual. Representantes del Ministerio de Defensa adelantaron este mes su intención de incorporar la realidad virtual a sus dos grandes programas de armamento, el nuevo submarino S-80 y el propio “Dragón”. En los dos contratos milmillonarios (2.100 millones iniciales del tanque y 3.700 el submarino) el Ministerio quiere optimizar el ciclo de vida de sus nuevos equipos. Para ello, en el caso del blindado trubieco, se creará una oficina en la que participarán empleados de Santa Bárbara y miembros del Ejército de Tierra. Este proyecto, aunque está en una fase muy temprana, tiene que implementarse desde el inicio. El “Dragón” será una de las primeras piedras de lo que en el ejército llaman “Proyecto Fuerza 2035”: un Ejército más moderno e inteligente capaz de responder a nuevas amenazas vertebrado por un proceso de modernización militar que comienza en la vieja factoría asturiana.

El “Ascod” saca músculo en Ostrava durante la pugna por el macrocontrato checo

El blindado se exhibe en la República Checa a la espera de una licitación de 2.120 millones 

Hay vida más allá del “Dragón” para la industria trubieca. La empresa Santa Bárbara está en la terna de las empresas que pueden hacerse con el contrato más alto de la historia del ejército de la República Checa, cifrado en 2.120 millones de euros. Estos días, durante la celebración de unas jornadas de la OTAN en Ostrava, la multinacionla estuvo exhibiendo su producto, el “Ascod” (la marca con la que la multinacional comercializa fuera de España el vehículo de cadenas “Pizarro”). Solo tres tanques han superado los cortes previos de la licitación checa, y los blindados que se hacen en Trubia competirán contra un modelo alemán y otro británico.

El “Ascod” esta semana en Ostrava, durante las jornadas de la OTAN en la República Checa. | GDELS

En un comunicado oficial de GDELS, matriz de la firma española, aseguran que durante las pruebas en suelo checo el “Ascod” “demostró su excelente maniobrabilidad y agilidad, al tiempo que proporcionaba los altos estándares de protección, potencia de fuego y vigilancia”.

El modelo, cuya barcaza principal se fabrica en Asturias, ofrece un diseño modular que, según la compañía, es uno de sus grandes atractivos. Sobre el cascarón trubieco se pueden construir varios modelos de blindado e, incluso, trasladar el final de la producción a factorías locales que finalicen el tanque asturiano en colaboración con GDELS.

En principio, estaba previsto que el gobierno checo diese a conocer la empresa adjudicataria a principios del mes de octubre, antes de las elecciones que se celebrarán entonces en esa república centroeuropea. Ahora, fuentes conocedoras de la operación enfrían las expectativas temporales. Es posible que la adjudicación no pueda ser llevada a cabo antes de la jornada electoral y la resolución del contrato tenga que esperar semanas o meses dependiendo del resultado de las elecciones.

Santa Bárbara también opta a un contrato similar en Eslovaquia, aunque se espera que sea de menor cuantía que el checo. Los tiempos coinciden debido a las exigencias de la propia OTAN de que los países del entorno soviético lleven a cabo una transición hacia un armamento con estándares equiparables a los del resto de países de la alianza y abandonden ya sus viejos modelos.

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