La parada de taxi de Cuatro Caños, en La Corredoria, se encuentra a unos 15 minutos de Prado de la Vega –la zona emergente del barrio, junto al HUCA–; la diferencia de cota añade un esfuerzo extra al desplazamiento a pie. Qué decir si a la ecuación se añaden problemas de movilidad. Este trayecto se convierte en una odisea para vecinas como María del Carmen Suárez, cuyo marido se encuentra impedido, o Lucía González, que tiene una hija con discapacidad con la que va al médico de forma recurrente. Situaciones así han llevado a la Asociación de Vecinos Distrito 3 Prado de la Vega a reclamar su propia parada. “Creo que es una petición muy sencilla. No hace falta construir nada ni que salga a concurso”, razona César González, su portavoz. . El reclamo no ha caído en saco roto y la Policía Local ya estudia dónde ubicarla. Como opción principal se baraja el Centro de Salud La Corredoria, uno de los destinos más demandados entre los colectivos vulnerables.
El grupo municipal de Vox se ha sumado a la iniciativa y el próximo miércoles llevarán la proposición a Comisión. “Creemos que Prado de la Vega es una zona en constante expansión y al menos deberían escucharse sus peticiones”, explica Cristina Coto, portavoz de la formación política.
Tal y como argumentan, cada vez son más los habitantes que se desplazan allí. “Yo me mudé a esta zona porque mi marido comenzó con demencia vascular y necesitábamos un piso con ascensor”, dice Suárez, que ahora se enfrenta al problema de tener que esperar hasta 20 minutos con su esposo en silla de ruedas en la calle, después de llamar a la centralita de taxis: “Me siento como si viviera en el último lugar del mundo”. Las esperas no son el único problema, a su vez está el incremento de la tarifa al solicitar el servicio desde algún punto concreto. "No es lo mismo bajar a la calle y cogerlo, que el trayecto que recorre al venir desde el hospital o Cuatro Caños", argumentan.
Además, en muchos casos estas llamadas dependen de la disponibilidad de algún familiar para llevarlas a cabo, según explica el vecino Javier Fernández: "Mis padres y mis suegros son ya mayores. Si tienen que moverse o pedir un taxi necesitan nuestra ayuda". Aunque no solo se centran en los más mayores, a los pequeños también les surgen emergencias que requieren un desplazamiento rápido. "Muchos tenemos niños y cuando necesitamos acudir a urgencias, el proceso es más largo y la carrera sube", cuenta Miguel Fernández con un carrito de bebé en la mano. Un poco después el portavoz de la asociación vecinal, César Gonzáles se encuentra con los vecinos Maika Fernández, Cristofer Sela, Alejandro Sela y Samanta Quiroga que exclaman juntos: "Queremos demandar una parada de taxis para mejorar el servicio público".
Hay quienes se posicionan en contra del proyecto con argumentos como la falta de plazas de aparcamiento y la sospecha de que podría perjudicar a la parada actual. Sin embargo desde la Asociación de Empresarios De Auto Taxi de Oviedo, explican que la segunda razón no tendría porque generar ningún inconveniente: "Esto no tiene porque perjudicar a nadie. El tema de las paradas es libre puedes ir a la que quieras". El presidente de la organización, Manuel Arnaldo reconoce que hay demanda en Prados de la Vega y es cuestión de hablar con el Ayuntamiento para llegar a un acuerdo: "Estos días vamos a tener una reunión y abordaremos el tema".
