Karel van Wely, investigador del CSIC en el Centro Nacional de Biotecnología, trabaja con el ADN, esa larga cadena en forma de doble hélice que porta la información genética de los seres vivos, y que se utiliza en la actualidad como herramienta para atrapar asesinos, resistir plagas o revertir enfermedades como el cáncer.

El científico hablará de ello esta tarde, a las 19.30 horas, en una conferencia que se celebrará en el salón de actos de la Cámara de Comercio de Oviedo, en la calle Quintana 32, dentro del ciclo “Qué sabemos de…”, del CSIC, titulada “El ADN, bala mágica o disparo fallido”. “La investigación en biomedicina está muy sujeta a las modas”, indica Van Wely, que hablará de la relación que hay entre la división celular, la especialización de las células y la aparición del cáncer.

Para refrendar sus tesis, el científico pone ejemplos muy claros: “En estos momentos, las publicaciones sobre el uso de mascarillas no son 10 sino 100 veces más de lo normal. El efecto de estas modas y su influencia en otras áreas de investigación es muy fuerte”. Pero lo que le parece peor para la sociedad es que suceda algo parecido en el sistema de salud. “Ahora detectamos muchos menos tumores que hace unos años, simplemente porque la gente tiene miedo de ir al hospital”, recalca. Van Wely centra sus esfuerzos en entender qué son y cómo funcionan las células madre, y en descifrar su papel en el crecimiento del cáncer. Esta tarea la desarrolla paralelamente a otra: la divulgación.

Es autor de varios libros y considera un deber divulgar y ayudar al público a configurar su propio criterio respecto a temas científicos. Incide, por ejemplo, en el mucho tiempo que transcurre (entre 30 y 40 años) desde que se genera conocimiento en un laboratorio hasta que eso se transforma en una aplicación como el tratamiento contra un tumor.

Al hablar del contexto actual se detiene en una idea: “La ciencia no se libra de las modas. Ahora es el tiempo del coronavirus y eso desplaza la investigación en otros ámbitos”. Por eso alerta sobre el peligro de esa deriva en los sistemas de salud, donde la emergencia del covid puede repercutir en la atención a pacientes con otras patologías que también son urgentes de tratar.

“Los hospitales tienen una capacidad limitada; cuando estamos en un pico de contagios, hay que priorizar, por ejemplo, aplazando citas que son de seguimiento para dar paso a situaciones más urgentes”, explica. “La estrategia de la mayoría de los países ha sido doblegar las curvas”, señala.

A la pregunta de si habrá más pandemias en el futuro, Karel van Wely responde con claridad: “Creo que necesitamos una disciplina que pueda predecir mejor lo que ocurrirá. Lo cierto es que es muy difícil saberlo porque confluyen muchos factores distintos. Ahí hay un campo de investigación todavía muy poco explorado”.