Un centenario de portada: la ovetense María Julia Fernández, lectora empedernida de prensa, celebra sus 100 años

"Mi madre no pasa un día sin leer LA NUEVA ESPAÑA. Lleva suscrita toda la vida", destaca su hijo Jorge Suárez Fernández

María Julia Fernández (en silla de ruedas), rodeada de su familia, ayer, en Colloto.

María Julia Fernández (en silla de ruedas), rodeada de su familia, ayer, en Colloto. / Irma Collín

Lorena Landázuri

"Mi madre no pasa un día sin leer LA NUEVA ESPAÑA. Lleva suscrita toda la vida". Es la rotunda afirmación de Jorge Suárez Fernández, hijo de María Julia Fernández, una lectora incondicional del periódico que ayer cumplió dos sueños: juntar a hijos, nietos y bisnietos para celebrar su centenario de vida y saber que saldría en las páginas de la cabecera que lleva años acompañándola. "Creemos que, al principio el periódico debía de estar a nombre de mi padre, Ángel Suárez. Lo cierto es que lo recibían allí donde viviesen; en la Colonia Astur (germen de Ciudad Naranco), y después en Foncalada. Me atrevería a decir que llevan suscritos más de 50 años", cuenta su hijo.

La tradición de leer la prensa a diario viene de familia. "Mi madre me contaba que, durante la Guerra Civil, mi abuelo era fiel suscriptor de ‘El Avance’, un periódico de la época. Y me dijo que el cura de Ujo siempre le decía que leyera ‘El Debate’. Es por eso que ella creció rodeada de periódicos", afirma Suárez. Desde la Guerra Civil, pasando por la Revolución de Octubre hasta llegar a las victorias del Real Oviedo, toda una vida siguiendo la actualidad a través del papel. "No es futbolera pero sí muy ovetense. Por eso siempre pregunta contra quién juega o si han ganado el partido", confiesa su hijo emocionado por ver la ilusión de su madre.

Durante la Guerra, perdieron la casa que tenían en la calle Santa Clara, lo que los llevó a vivir a la calle Gascona, donde también llegaba el periódico. "De hecho, cada vez que tenían el diario, los vecinos siempre venían a por él y mi tío tenía que ir a sus casas a pedirlo porque no se lo devolvían", cuenta Suárez.

Ahora, con 100 años a sus espaldas, sigue sin falta todo lo que acontece a través de las páginas de LA NUEVA ESPAÑA. "Le llega a la residencia y se entera de todo. Le interesa cualquier tema, pero, sobre todo, lo que más lee es lo que pasa en Oviedo. Es una ovetense orgullosa y para ella es lo máximo". Alcanzar el siglo de vida acompañada de sus hijos, nietos y bisnietos es un deseo hecho realidad, la ocasión de reunirse para celebrar la vida. "Los nietos están desperdigados por Bruselas, Luxemburgo… solo yo vivo aquí en Oviedo, así que juntarnos todos la hace muy feliz", afirma Jorge Suárez.

La vinculación con el periodismo no se limita a leer el periódico, de hecho, en la familia hay más de un plumilla. "Tiene una hija y un nieto que se dedican a ello, así que todo queda en casa". Por muchos años que pasen y por avanzada que sea la tecnología, María Julia Fernández no renuncia al papel como soporte para estar al día de todo. "Ella es de papel. Es lo primero que hace por la mañana. Se levanta y lee el periódico. La guerra de Ucrania, por ejemplo, es algo que le hace recordar la Guerra Civil que ella vivió", añade su hijo.

Compartir su aniversario con los suyos "la llena de alegría, pero verse en el periódico es algo que la emociona mucho", cuenta Suárez, quien desvela que, tras décadas siguiendo a diario la actualidad a través del papel como una tradición, desde hace unos años ha incorporado un nuevo hábito a sus días, salir a merendar con su hijo a Rialto y dar una vuelta por el centro de Oviedo. "Esta tradición tampoco la perdonamos", confiesa Suárez.

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