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Afronta cinco años de cárcel por romper un vaso en la cara a un joven en una discoteca de Oviedo

El fiscal solicita que el acusado indemnice con 60.000 euros a la víctima, a la que dejó como secuela una cicatriz de once centímetros

Un juez. Juan Plaza

La fiesta de Nochevieja de 2020 puede salirle muy cara a un joven acusado de estamparle un vaso en la cara a otro tras un intercambio de empujones en una discoteca de la calle del Peso. El supuesto agresor se enfrenta a cinco años de cárcel y seis de alejamiento y ha de responder por un posible delito de lesiones por deformidad. Según el escrito de la Fiscalía, la agresión se habría producido "de forma absolutamente repentina y sin que la víctima pudiera prever el ataque ni defenderse". El agredido sufrió un gran corte en la parte derecha de la cara que le ha dejado una cicatriz de once centímetros y tres áreas coloreadas. Además de la pena de prisión, el ministerio público tiene previsto solicitar el pago de 60.000 euros en concepto de indemnización, en la vista que tendrá lugar hoy, a las 10.00 horas, en la Sección Tercera de la Audiencia.

La acusación sitúa los hechos a las 4.45 horas de la madrugada del día de Año Nuevo de 2020. Según los atestados, el acusado propinó un empujón a otro chico con el que acababa de tropezar. Este último le devolvió el empujón y fue entonces cuando el sospechoso le golpeó fuertemente la cara con un vaso de cristal. El impacto provocó un corte de entre 8 y 9 centímetros en la región mandibular derecha del agredido, que le dejó como secuela de por vida una gran cicatriz facial.

El fiscal considera que, además del delito de lesiones por deformidad, concurre el agravante de alevosía. A la petición de un lustro de cárcel, el ministerio público añade una orden de alejamiento a más de 500 metros por el periodo de seis años y una indemnización de 60.000 euros por las secuelas, además de otros 814,50 euros por la lesión y el abono de todos los gastos causados al sistema público de salud y de los intereses acumulados desde entonces.

Tanto el agresor como el agredido tenían en el momento de los hechos unos 20 años. El joven afectado por el corte tuvo que recibir entonces unos 20 puntos de sutura en la cara. El acusado, por su parte, fue retenido por personal de seguridad de la discoteca hasta la llegada de la Policía Nacional, que procedió a su detención en el mismo lugar de los hechos.

En un primer momento, la Policía barajó la posibilidad de que el detenido hubiese utilizado algún tipo de arma blanca o botella, pero la recogida de testimonios y pesquisas realizadas permitieron averiguar que el procesado había utilizado el vaso que llevaba en la mano para atacar de manera repentina al otro joven en medio de una celebración en la que ambos se las prometían felices, pero que finalizó como el rosario de la aurora.

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