El mundo editorial asturiano celebra su presente más guapo con la FEA

La primera Feria de la Edición Asturiana exhibe en Oviedo la pujanza de un sector con 28 sellos y una entusiasta renovación generacional

Foto de familia, con los autores del cartel «Adiós, cordera», Ester García Cortés y Pablo Tejón, en primera fila, entre Antón García, director general de Política Llingüística, y Conchita Méndez, concejala de Políticas Sociales del Ayuntamiento de Oviedo. | Irma Collín

Foto de familia, con los autores del cartel «Adiós, cordera», Ester García Cortés y Pablo Tejón, en primera fila, entre Antón García, director general de Política Llingüística, y Conchita Méndez, concejala de Políticas Sociales del Ayuntamiento de Oviedo. | Irma Collín / Tino Pertierra

Tino Pertierra

Tino Pertierra

Momento dulce del mundo editorial asturiano. Así lo confirma la primera Feria de la Edición Asturiana (La FEA) en la plaza de Trascorrales de Oviedo, organizada este fin de semana por el Gremio de Editores de Asturias, con presencia de 26 editoriales de las 28 agremiadas, más LibrOviedo, la Escuela de Arte de Oviedo y la Red de bibliotecas públicas de la capital. Una pujanza de sellos que pone negro sobre blanco el ímpetu de entusiastas amantes del libro. LA NUEVA ESPAÑA pasa consulta con jóvenes y veteranos.

El mundo editorial asturiano celebra su presente más guapo con la FEA

Cristina García, de Velocismo. | Irma Collín / Tino Pertierra

Ana María Roza es la presidenta del gremio. Y la editora de Delallama (2016). Primer apunte: "La situación es buena por la atención que se recibe de las librerías y la variedad, con muchas pequeñas editoriales emergentes en castellano y asturiano. Tenemos el problema del papel que empezó el año pasado, y de otras materias primas. Eso encareció bastante la edición. Esperemos que se estabilice un poco. Ferias como esta hacen que además de las novedades se visibilice nuestro fondo, y la gente que pase por aquí sabe que hay editoriales asturianas que colaboran con el tejido editorial, somos también librerías, distribuidoras, autores, diseñadores, maquetadores...".

El mundo editorial asturiano celebra su presente más guapo con la FEA

Jorge Salvador Galindo, de Pez de Plata. | Irma Collín / Tino Pertierra

Una de las propuestas más jóvenes, con solo tres añinos de vida, es Colectivo Bruxista, evolución del fanzine "Bruxismo" que se empezó a publicar en 2017. Alejandro Alvargonzález explica: "El bruxismo es una de las manifestaciones del espíritu de nuestro tiempo, un tiempo ansioso. Además, nos gustaba cómo sonaba la palabra". El sector, afirma, "está muy vivo. Y, sobre todo, es muy diverso, cada editorial tiene un nicho muy diferente, desde microeditoriales hasta otras más potentes con mucha trayectoria. El factor diferencial es que el gremio es fundamental para organizarnos".

Las posibilidades de comunicación "son muy diferentes a las de los años 80 o 90. La cercanía con el lector y la manera de llegar a él ha cambiado. Y hay librerías jóvenes y frescas que apuestan por la edición independiente. Existe un pequeño espacio para desarrollar un discurso diferente".

Más reciente aún es el nacimiento de Velocismo: dos años. Cristina García valora que el momento actual "es muy rico en cuanto a temáticas y propuestas, pero la excesiva oferta que generan los gigantes editoriales dificultan la visibilidad. Porque el mundo cambia muy rápido y existe una necesidad de comprenderlo y los libros son grandes herramientas para reflejar ese cambio. Además, el sistema editorial también está en constante evolución, las plataformas digitales, la impresión a demanda o las redes sociales facilitan la creación de proyectos frescos y novedosos y democratizan el acceso a ver publicados los proyectos. El único punto en contra es que se haga sin primar la calidad de la obra a todos los niveles".

La veteranía es un grado de Pez de Plata. Jorge Salvador Galindo destaca el "momento dulce" del sector, "y saludable. La prueba es el Gremio, que hace tres años estaba inactivo. Es un colectivo muy heterogéneo para todo tipo de lectores. Estamos generando mucho movimiento dentro y fuera de Asturias en torno a los libros que se hacen aquí, y no necesariamente de autores asturianos".

El proyecto de La Semeya surgió en 2018. Marino Córdoba explica que "desde que empezamos hemos visto que hay sitio para editar. En Asturias hay buen producto, un nivel de literatura muy bueno tanto en castellano como en asturiano. Pese a las dificultades económicas que sufrimos, y el encarecimiento de la materia prima –el papel se ha disparado–, hemos surgido un buen número de editoriales estos últimos años. Nuestra respuesta desde la editorial es apostar por la economía circular con un producto de kilómetro 0: editando, corrigiendo, imprimiendo, diseñando las portadas y distribuyendo con empresas y profesionales asturianos".

Rodolfo Martínez sumó Sportula al gremio el año pasado: "Lo primero que me sorprendió fue ver la cantidad de editores que había. Asumiendo, además, que tiene que haber un buen montón más de editoriales que no están gremiadas, la cantidad que hay de ellas en Asturias me parece impresionante. Desconozco los datos nacionales, así que no sé si entramos en la media o somos una anomalía, pero mi percepción es más bien lo segundo, que siendo como somos una autonomía chiquitina, por así decir, con no precisamente mucha población tenemos un montonazo de editoriales. Veo en los nuevos sellos gente joven con ganas de hacer cosas y de ofrecer iniciativas interesantes. A lo mejor es el inevitable relevo generacional unido al hecho de que los más veteranos que han conseguido aguantar han logrado por fin una estabilidad que, bien que mal, les permite mantenerse".

Cristian Velasco es un histórico de la edición al frente de la editorial que lleva su nombre. Apunta que el sector "está en un momento dulce... y salado... y amargo... y ácido... porque así de variadas son las editoriales. Diversas en géneros, temática, lengua e intereses, pero con una unidad –no uniformidad– marcada por la vertebración que supone pertenecer al Gremio. Un momento pujante. Lo que necesitamos es proyección, más visibilidad, más presencia en bibliotecas públicas... y lectores".

Nicolás Bardio, editor de Radagast, habla de un sector "mui diversu y variáu. Asturies ye dende va tiempu un referente cultural. Tenemos festivales como’l ‘Celsius’ o la Semana Negra y una tradición lliteraria mui importante, pelo menos en llingua asturiana. Los sellos nuevos espoxiguen porque hai una demanda de productos llocales tamién no cultural. A esta demanda nun-y pue dar respuesta les grandes editoriales".

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