Fernando Suárez: "Mi etapa de profesor fue la más feliz de todas las que he vivido"

El escritor realiza en "La flor del agapanto" un relato histórico sobre España en los últimos 80 años

De izquierda a derecha, Fernando Suárez, Xulio Concepción, Julio Espiño y Sergio Delgado. | Luisma Murias

De izquierda a derecha, Fernando Suárez, Xulio Concepción, Julio Espiño y Sergio Delgado. | Luisma Murias / M. J. I.

M. J. I.

"Mi etapa de profesor fue la más feliz y gloriosa de las que he vivido". Fernando Suárez lo dijo de esa forma tan rotunda ayer en el Club Prensa Asturiana, durante el coloquio celebrado en torno al libro "La flor del agapanto", un volumen autobiográfico en el que repasa ochenta años de la historia de España.

"Para mí, el agapanto es un revelación, la manifestación de algo que está oculto", señaló el profesor, al que arroparon en la mesa Sergio Delgado, doctor en Historia, responsable de los Archivos de Hunosa, y los profesores Julio Espiño, y Xulio Concepción, todos ellos presentados por Vicente Montes, redactor jefe de LA NUEVA ESPAÑA y ex alumno de Fernando Suárez, que realizó una emocionada descripción del pensamiento del profesor que era capaz de poner poesía en la explicación de las pirámides poblacionales durante la asignatura de Geografía.

"El relato es lo único tangible que tenemos; lo real cuando se han ido las personas que amamos", señaló Vicente Montes, encantado con la lectura del libro, "que ha hecho que el viejo profesor se haya convertido en un maestro presente".

El etnógrafo Xulio Concepción se detuvo en el análisis de los nombres y lugares que aparecen en la novela, así como en las descripciones que efectúa el autor, como la de su estancia en el colegio del Monasterio de Corias (Cangas del Narcea), en los años 40, sin calefacción en el invierno.

"Cada lector entiende un libro a su manera; para mi esta obra es un libro de viajes que ayudan a Celso (el protagonista, que en realidad es Fernando Suárez, a construir su propia historia", resaltó Sergio Delgado. "En el libro encontramos las historias de más de cuarenta personajes, todos relacionados con Celso. De sus vidas nunca sabremos discernir entre lo imaginario y lo real: casi todo es mentira y verdad, casi todo es ficción y también realidad. Solo una evidencia se impone: las vivencias de todos conducen a la sabiduría", manifestó Julio Espiño.

"La vida es tan dulce y ácida como el agapanto y todo va siendo a capricho del tiempo", recalcó el autor, cuyo estilo ha sido comparado al realismo mágico. El agapanto tiene un valor especial para Suárez, nacido en 1936, undécimo de sus hermanos, niño de la posguerra que en 1955 tomó el hábito de los Frailes Predicadores. Posteriormente decidió regresar al estado laico.