Las cámaras de un bar, claves para "cazar" al presunto asesino de Tatiana Coinac, la mujer hallada muerta en su piso de Oviedo

La operación de la detención se produjo este lunes, en torno al mediodía, en Pola de Lena

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L. Rendueles / C. Basteiro / L. Blanco

La caza al asesino de Tatiana Coinac, la mujer moldava de 44 años brutalmente asesinada cuyo cuerpo apareció en la bañera de su piso del barrio ovetense de Teatinos con signos de extrema violencia el pasado día 12 de marzo, podría haber llegado a su fin. La Policía Nacional comunicó este lunes en sus redes sociales que sus agentes habían detenido en Pola de Lena a un hombre, "presunto autor del homicidio".

La operación se produjo este lunes, en torno al mediodía, según varios testigos que identificaron fuertes controles de la Guardia Civil a esa hora en los accesos a la localidad asturiana. "Llegó a haber cuatro coches de la Guardia Civil en la rotonda, pero no sabíamos qué estaba pasando", comentó en la tarde de ayer la titular de un restaurante próximo a la glorieta de la entrada norte a la villa lenense desde la Autopista.

Fuentes cercanas a la investigación apuntan a que el detenido trabajó como militar y tenía antecedentes por un caso de violencia de género. Según ha podido saber este periódico, el varón fue detenido en su día, acusado de acceder al ordenador de una compañera soldado, extraer fotos íntimas que almacenaba en el mismo, y difundirlas.

Estos hechos refuerzan una de las hipótesis que la Policía manejó durante las primeras semanas, confiados de poder recuperar muestras de ADN de la escena del crimen. Los investigadores consideraban que el carácter extremadamente violento del asesinato, con ensañamiento, apuntaba a una persona que pudiera haber actuado anteriormente, y cuyo perfil genético podría localizarse en la base CODIS, un registro de perfiles de ADN de autores de hechos delictivos graves, tanto anónimos como fichados y condenados.

El exmilitar residía en Pola de Lena con su pareja, y, de hecho, habría sido con el vehículo de ella con el que se habría desplazado a Oviedo el día del asesinato. En el entorno de la investigación señalan que unas cámaras de seguridad instaladas en un negocio hostelero próximo al domicilio de la víctima sitúan al presunto asesino llegando al barrio de Teatinos con el coche de su pareja y saliendo después, en un horario compatible, presumiblemente, con las horas en que se tuvo que producir el asesinato de Tatiana Coinac.

Aunque actualmente estaba afincado en la capital lenense, fuentes consultadas por este periódico apuntan a que el varón residía previamente en la localidad mierense de El Tarronal. Vecinos de este pueblo levantado en torno al pozo minero del mismo nombre, ya cerrado, mostraron ayer su sorpresa por el avance de las investigaciones y hacían quinielas sobre la identidad del arrestado. "Hace años vivía mucha gente aquí y tenemos alguna sospecha de quién puede ser", confesaba un residente, quien aseguraba haber perdido la pista a un vecino militar "que ahora tendría unos cuarenta y pico años y era un poco regordete".

Las grabaciones de estas cámaras y el posible hallazgo de ADN en la vivienda habrían ido estrechando el cerco en torno a este vecino. En los últimos días, la Policía Nacional estrechó la vigilancia sobre el sospechoso y, una vez considerado que contaba con pruebas muy sólidas sobre la presunta implicación del vecino de Pola de Lena en el crimen, decidió proceder a su detención.

Según la nota hecha pública por la Policía Nacional, la muerte de Tatiana Coinac se produjo el 9 de marzo, pues fija en tres días antes del hallazgo del cuerpo la fecha del crimen. De momento, se ha decretado el secreto de sumario y no han trascendido más datos.

El hallazgo del cuerpo de Tatiana Coinac se produjo el domingo 12 de marzo por la mañana. Se sospechaba, entonces, que la persona que acabó con la vida de la mujer, afincada desde hacía 15 años en un piso de la calle Ámsterdam, donde ejercía la prostitución, lo hizo en una habitación distinta al lugar en que se encontró el cadáver. La secuencia en la que se trabajaba apunta a que el asesino la mató en la habitación, tras atarla a la cama, y después la trasladó al cuarto de baño.

Tatiana estaba en la bañera cuando la Policía la encontró. Después se supo que la persona que la asesinó se empleó a fondo para lavar el cuerpo, creyendo, así, que eliminaría su rastro y daría pie a interpretaciones policiales distintas a la del asesinato.

Personal de la funeraria accediendo al portal de la víctima el pasado 12 de marzo. | Irma Collín

Personal de la funeraria accediendo al portal de la víctima el pasado 12 de marzo. | Irma Collín / L. Rendueles / C. Basteiro / L. Blanco

El arrestado fue trasladado a las instalaciones de la Jefatura Superior de la Policía Nacional de Asturias, en el barrio de Buenavista, y estaba previsto que se le tomase declaración a lo largo de la jornada de ayer. Todo apunta a que el hombre pasará a disposición judicial el próximo miércoles, una vez superada la jornada festiva de hoy, con motivo del Martes de Campo.

Miedo

La noticia de la detención fue acogida con cierta esperanza de justicia en el barrio de Teatinos. "Era hora de que lo pillaran, pero su trabajo les costó", relató Remedios Díez, una vecina del barrio que asegura "vivir con miedo" desde el pasado 12 de marzo, cuando la noticia del asesinato saltó a los medios. "Es terrible saber que han matado a una mujer a escasos metros de tu casa", reflexionó en alto.

Otros residentes de la zona prefieren pasar página, aunque confían en que la detención del sospechoso permita aclarar los motivos que llevaron al supuesto asesino a cometer tal atrocidad. "Hasta ahora hubo mucho misterio, a ver si canta, lo encarcelan de por vida y la familia de la víctima puede descansar de una vez en paz", comentaba en la terraza de un bar cercano un vecino de la misma calle del crimen.

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