Un Corpus muy político: este fue el deseo del Arzobispo de Oviedo para los nuevos gobiernos municipales

El traslado del Santísimo Sacramento en un paso y la ausencia de flores en las alfombras marcan una cita con 23 niños de primera comunión

El Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, no perdió la oportunidad de dedicar unas palabras desde el púlpito de la Catedral al nuevo equipo de gobierno municipal que tomará posesión a partir del próximo sábado, en su sermón durante la misa del Corpus Christi, en la Catedral de Oviedo. "Les deseo suerte, audacia y templanza", declaró, puntualizando posteriormente en Trascorrales que dichas palabras pueden ser aplicables a todas las corporaciones nuevas "Más allá de unas siglas hay una ciudadanía detrás que realmente lo pasa mal y ellos tienen en sus manos solventar las problemáticas de las personas", explicó Sanz Montes en medio de unos actos religiosos que se alargaron durante tres horas, llenando las calles del eje formado entre las plazas de la Catedral y el Ayuntamiento.

Misa del Corpus Cristi en la Catedral de Oviedo

Miki López

La procesión arrancó pasada la una de la tarde con varias novedades. La Hermandad de los Estudiantes prestó un gran paso y un grupo de costaleros para portar por primera vez en dicha estructura el Santísimo Sacramento. Custodiando al mismo estuvieron medio centenar de integrantes de la banda de música "Ciudad de Oviedo", los cuales abrieron paso a un cortejo en el que no faltaron 23 niños de la primera comunión, religiosos, representantes de todas las cofradías de Semana Santa con sus respectivos estandartes y decenas de miembros de la Agrupación Musical San Salvador. Tanto estos últimos como la banda pusieron la nota musical interpretando varios temas procesionales y el himno nacional.

La custodia fue portada hasta la plaza del Ayuntamiento, donde una gran alfombra elaborada por integrantes de la cofradía del Santo Entierro en la parroquia de San Isidoro esperaba a la comitiva. "Por primera vez la hemos hecho sin flores, la elaboramos íntegramente con sal teñida y viruta", comentó el cofrade Fernando Feito, atribuyendo dicha situación a cuestiones meteorológicas. "Este año, como el clima está raro, la gente no tenía flores para regalarnos como en otras ocasiones", añadió.

El párroco de San Isidoro, José Luis Alonso Tuñón, esperó a la procesión a la puerta de la iglesia. Hasta la misma llegaron primero los niños de primera comunión y los músicos. Luego, la imagen sobrevoló la alfombra hasta ser depositada por los costaleros frente al sacerdote, al que se le sumaron el resto de religiosos con el Arzobispo a la cabeza, quedándose los representantes políticos en la parte de atrás. En ese momento, la multitud entonó la canción "Cantemos el amor de los amores", mientras pétalos de flores llovían desde la parte alta de de la céntrica iglesia ovetense y tanto niños como cinco mujeres con mantilla española depositaban claveles blancos a los pies de la custodia.

Finalizada esta parada frente a San Isidoro, la procesión retomó la marcha hacia la plaza de la Catedral, donde la el Santísimo Sacramento fue devuelto por los miembros de los Estudiantes al interior del templo, poniendo fin a tres horas de actos religiosos iniciados con la multitudinaria misa presidida por Sanz Montes.

Además de Canteli, participaron en los actos varios concejales en funciones de la corporación. En primera fila estuvieron también los primeros tenientes de alcalde, Nacho Cuesta, Mario Arias y Conchita Méndez, así como los concejales del PP Gerardo Antuña y Alfredo García Quintana. Justo detrás se colocaron los también ediles populares José Ramón Prado, Leticia González y Lourdes García, así como la concejala del PSOE, Natalia Sánchez Santa Bárbara, la cual protagonizó la vuelta de la representación socialista a un acto religioso de la Catedral tras varios años de ausencia.

También estuvieron en las primeras filas los representantes de las siete cofradías de Semana Santa de la ciudad (La Borriquilla, los Estudiantes, el Silencio, el Cautivo, el Santo Entierro, el Nazareno y la Resurrección), además de la Junta de Hermandades.

Finalizada la procesión, la plaza Trascorrales se convirtió en el punto de encuentro, donde cofrades, políticos y religiosos compartieron una comida y disfrutaron de unas fresas de Candamo con abundante nata. "Es una tradición que debemos mantener", coincidieron varios de los asistentes.

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