La vuelta al cole más ansiada de Oviedo

"¿Quiénes son los demonios? Las niñas de San Claudio". Así afeaba durante años y años doña Enriqueta, una histórica maestra de la localidad ovetense, el mal comportamiento de las estudiantes de la escuela femenina. Más de medio siglo después, esta y otras frases y anécdotas inolvidables fueron recuperadas en un reencuentro en el que participaron 68 exalumnas de entre 60 y 80 años en el que hubo misa, comida y muchísimos recuerdos. "Fue emocionante, muchas no nos habíamos visto más. Hay que repetir", explica Belarmina Díaz, visiblemente satisfecha con el resultado de una iniciativa fruto de la casualidad.

El reencuentro supuso la llegada a buen puerto de una propuesta lanzada al aire trece años antes. "Coincidimos varias en un funeral y lamentábamos que solo nos viésemos en iglesias y cementerios", indica una de las promotoras del evento cuya celebración se hizo de rogar más de lo deseable. "Lo íbamos dejando y dejando y nunca nos decidíamos a dar el paso", explica la cabecilla del ansiado reencuentro.

La piquilla entre sexos puso de su parte. Los varones llevan ocho años ya celebrando sus particulares encuentros. Las féminas llegaron a plantear la posibilidad de sumarse a los encuentros de ellos, pero la idea no caló. Finalmente, el reencuentro, íntegramente femenino se consiguió el pasado sábado con un balance inmejorable, según las asistentes. "Lo pasamos muy bien", relatan.

Además de sacarse la foto de rigor frente a la escuela, las exalumnas asistieron a una misa en recuerdo de "las muchas que ya faltan". Posteriormente se citaron en el restaurante de Las Palmeras, donde hubo tiempo para repasar todo lo bueno, y también lo malo, vivido en aquellos años de infancia entre las cuatro paredes del centro educativo. "Pasamos cosas difíciles, nos daban con la regla en los dedos y nos encerraban en el cuarto de los ratones", lanzaron al aire varias de las presentes, satisfechas, no obstante, por la formación recibida. "Creo que salimos buenas generaciones de ahí", defiende Belarmina Díaz.

Al encuentro vinieron mujeres llegadas desde distintos puntos de Asturias. Desde Oviedo capital hasta Llanes, pasando por los que permanecieron el resto de sus días viviendo por su querido San Claudio. Entre todas ellas hubo un deseo unánime. "El año que viene más y esperemos que mejor, con más excompañeras que echamos en falta", se conjuran, satisfechas por el gran poder de convocatoria de la convocatoria.

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