Dolor sin consuelo en el instituto de Pando: "Algunos ni han venido a clase y hay niños hechos polvo"

El IES donde estudiaba el pequeño Juan y el Novo Mier, su colegio de siempre, guardaron un minuto de silencio con cientos de alumnos en los patios: "Tu recuerdo quedará para siempre"

Por la izquierda, la concejala Covadonga Díaz, Alfredo Canteli, y los también ediles José Ramón Prado, Conchita Méndez y María Velasco.

Por la izquierda, la concejala Covadonga Díaz, Alfredo Canteli, y los también ediles José Ramón Prado, Conchita Méndez y María Velasco. / Miki López

silla. Esa silla vacía de Juan Rodríguez, el sitio que ocupaba el pequeño jugador de baloncesto, el compañero "alegre, abierto y cariñoso", ya ha inspirado a alguno de sus amigos del instituto Pando, que ha visto en el asiento una forma bonita de hacer un homenaje al niño fallecido tras el accidente del sábado unos metros más allá de Alto del Caleyo. Uno de los alumnos de su clase ha propuesto a los profesores "pintar o decorar" de alguna forma la silla de Juan y dejarla en el aula a la que asistía a diario para que nadie se olvide de él. "Nos parece una idea muy buena y es muy probable que la aceptemos. Los niños necesitan un periodo de duelo y eso les puede servir para llevarlo mejor, es una forma bonita de demostrarle cariño a su amigo", señala Ana Gallego, la directora del centro.

El alcalde arropa a la familia: «que se vaya un crío a esa edad es muy duro». Los padre de Juan Rodríguez recibieron innumerables muestras de apoyo en Los Arenales. Entre las visitas, estuvo la del alcalde, Alfredo Canteli. «Que se vaya un crío a esa edad es muy duro», acertó a decir, consternado. En la imagen, por la izquierda, la concejala Covadonga Díaz, Alfredo Canteli, y los también ediles José Ramón Prado, Conchita Méndez y María Velasco. |

Las urnas instaladas en el instituto de Pando para dejar mensajes dedicados al niño fallecido. / F. V.

Ese duelo comenzó ayer temprano en el instituto Pando. Los profesores dejaron a un lado los libros y se centraron en enseñarles a sus alumnos cómo gestionar la muerte de un compañero de tan solo 13 años, una tarea que no es nada fácil de asimilar. Desde primera hora de la mañana, tanto la directora del centro como el resto de docentes recorrieron una a una las clases del centro para ayudar a los chavales a digerirlo. "Lo que intentamos es que el dolor que sienten no los hunda. Es normal que lloren, que expresen sus sentimientos, pero los adultos tenemos que intentar ayudarlos a que lo lleven lo mejor posible", explica Ana Gallego, que es la directora del centro. "Tenemos que hacer de tripas corazón porque los profesores también estamos muy afectados. Está todo el mundo desolado", añade.

En el recibidor del instituto hay dos urnas con un cartel encima en el que se aprecia un gran lazo nego y un texto: "Para Juan". Los responsables del instituto la mantendrán ahí durante un tiempo para que todos los amigos del pequeño que perdió la vida en la carretera le dejen cartas o dibujos de despedida. "Dentro de unos días tendremos un montón de mensajes porque el niño era muy querido. Era de los pequeños porque iba al primer curso, pero todos los que lo conocían bien aseguran que era un chaval muy abierto, cariñoso y que se hacía querer", asegura la directora del Pando. Los más pequeños del centro, los que como Juan Rodríguez sólo llevan un año en el instituto y lo veían cada día en clase, son los más afectados. "Algunos ni siquiera han venido. Sus padres nos han avisado de que están muy afectados y que han preferido dejarlos en casa mientras se recuperan del impacto", asegura Ana Gallego. "Entre los que han venido a clase también los hay que están hechos polvo. Hay que darse cuenta de que el viernes se despidieron de un compañero y de que el lunes (por ayer) su silla está vacía", añade la directora del centro.

Uno de los episodios más emotivos de la jornada llegó a la hora del recreo. Los alumnos del centro hicieron piña y le dedicaron a su compañero un emotivo minuto de silencio, un homenaje en el que algún amigo suyo quiso dejar constancia de todo lo que se le va a echar de menos. "Tu recuerdo perdurará siempre en nuestros corazones. Descansa en paz, Juan, tu luz seguirá brillando en cada uno de nosotros", leyó uno de los niños tras el minuto de silencio.

El luto por la muerte del pequeño Juan Rodríguez no sólo se guarda en el IES Pando. La noticia de la muerte del niño también ha caído como una losa en el colegio Lorenzo Novo Mier, un centro en el que el fallecido empezó su educación y que dejó hace tan sólo un año para pasar al instituto. "No hay palabras para explicar cómo nos sentimos. Lo conocemos a él y a su familia desde siempre y esta pérdida es tremenda", dice la directora del colegio, Ana Isabel Virgós.

A la misma hora que en el instituto Pando, en el colegio de toda la vida de Juan Rodríguez también se guardó otro emotivo minuto de silencio en su memoria. "Muchos alumnos de los que tenemos ahora lo conocían y todavía no se lo pueden creer", señala la directora de un centro al que también asisten los otros tres menores que iban en el coche con Juan en el momento del fatal accidente. "Estamos todos consternados, en este colegio estamos todos muy unidos y esta noticia es tremenda".

A eso de la una de la tarde se presentó en el centro el padre del niño fallecido, Pablo Rodríguez. Fue a llevar la esquela de su hijo para que los profesores la colocaran en la puerta de un colegio muy integrado en el barrio de Pumarín. "Estaba deshecho, como es lógico. Sólo hay que ponerse en su piel para saber como se siente él y toda su familia en estos momentos tan duros. Perder a un hijo es algo horrible y les ha tocado pasarlo", subraya la directora del colegio Lorenzo Novo Mier.

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