Meryl Streep, para siempre en Oviedo: el zapato de tacón de la actriz ya preside el Calatrava

La pieza de 4,3 metros de alto por 6,3 de largo llega al Palacio de Exposiciones y Congresos "para quedarse mucho tiempo"

Alfredo Canteli y Nacho Cuesta posan frente al zapato de tacón en el Calatrava.

Alfredo Canteli y Nacho Cuesta posan frente al zapato de tacón en el Calatrava. / LNE

Meryl Streep dejó huella en su visita a Oviedo para recoger el Premio "Princesa de Asturias" y su zapato de tacón en "El diablo viste de Prada" recordará para la posteridad su paso por la capital. La imponente pieza de 4,3 metros de alto por 6,3 de largo que la Fundación Princesa encargó para la semana de los Premios ya se ha instalado dentro del Palacio de Exposiciones y Congresos del edificio Calatrava. Allí espera convertirse en un símbolo como lo son Quino y su Mafalda o Woody Allen y su estatua en Milicias, ambos galardonados en otras ediciones de los "Princesa". El concejal de Planeamiento, Nacho Cuesta espera que el zapato "se quede mucho tiempo" en el Calatrava, lugar al que se acercó ayer para supervisar su instalación junto al Alcalde Alfredo Canteli.

La pieza se trasladó desde la Fábrica de La Vega, un proceso complicado debido a sus grandes dimensiones y a sus 800 kilos de peso. La parte del tacón fue desmontada para facilitar el transporte, que se realizó a través de una grúa y un camión especial. Cuesta señaló que la mudanza de la pieza, adelantada el pasado mes de enero por LA NUEVA ESPAÑA, no se pudo realizar antes por las distintas actividades que alberga el Calatrava. El zapato estará colocado en el hall próximo a la Sala de Cristal, que es escenario de numerosos eventos y exposiciones. El Ayuntamiento tuvo que esperar a que se liberase para introducir la pieza. "Determinamos este lugar para que todos aquellos que vengan lo disfruten y para que moleste lo menos posible", señala Cuesta.

El edil agradeció el detalle a la directora de la Fundación Princesa, Teresa Sanjurjo, que impulsó la idea de que la pieza se quedase en Oviedo merced a la insistencia de la activista cultural Yolanda Lobo, que reivindica desde el movimiento "Cincuenter" la valía de las mujeres mayores de 50 años. Junto a otras activistas, inició una recogida de firmas porque creía que aquel tacón era en realidad un símbolo del poderío de las mujeres. La pieza no es una escultura al uso. Obra de los artesanos falleros valencianos Salva Banyuls y Néstor Ruiz, está construida en corcho con acabado en poliéster y fibra de vidrio. Algo que ha obligado a exponerla en un espacio interior para facilitar su conservación.