"Decepción" entre los cofrades del Cautivo por la falta de indultados en su procesión

"Habría sido un gran colofón a nuestro 25.º aniversario", dice la hermana mayor

V. D.

La Hermandad del Jesús Cautivo afronta con "decepción" su día grande en la Semana Santa ovetense. Su hermana mayor, Cristina Alonso, utilizó dicha palabra para valorar el hecho de que el Consejo de Ministros no aprobara finalmente el indulto para los dos reclusos que el colectivo preveía liberar al final de la procesión de Jesús Cautivo, que hoy tiene previsto salir, si el tiempo lo permite, a partir de las 19.30 horas.

Alonso reconoce cierto disgusto por no recibir los indultos en su primer año al frente de la hermandad. Además, señala que esta posibilidad hubiese sido "un gran colofón" al año en el que la cofradía celebra su 25.º aniversario.

Este año, el recorrido de la procesión recupera su habitual trayecto de vuelta, sin pasar por la calle Águila como había hecho en ediciones anteriores. En Porlier, después de la lectura del Evangelio, se abrían las puertas del TSJA y los indultados se incorporaban a la procesión tras ponerle el fajín al verdugo. En esta ocasión, se tocarán igualmente las puertas, pero su tradicional fajín se colocará a los pies de la imagen de Jesús Cautivo, que va en el segundo de los tres pasos de la procesión.

Antes de abandonar Porlier, los miembros de la cofradía explicarán a los fieles que no han conseguido los indultos y proseguirán con su camino hasta regresar a San Juan el Real. La hermandad consiguió el año pasado la medida de gracia para un preso leonés que había sido condenado por un delito contra la seguridad vial. Pero en esta ocasión, el Consejo de Ministros no otorgó la libertad a las dos personas propuestas por el Cautivo. La primera era una mujer ovetense de mediana edad que se encuentra cumpliendo el tercer grado tras haber sido condenada a un año de cárcel por estafa. Tendrá que esperar unos meses más para obtener la libertad definitiva. La segunda fue para un veinteañero latinoamericano condenado a tres años de cárcel por un delito contra la salud pública. El joven terminará su condena al final del verano.