El Antiguo se salta la dieta con un empacho de fiesta y convivencia

Las celebraciones del casco viejo cierran con una multitudinaria comida en la calle y la lectura del pregón de Josefina Velasco

Mateo Menéndez, en primer término a la derecha, con su familia.

Mateo Menéndez, en primer término a la derecha, con su familia. / A. Pello

Aunque el verano está a la vuelta de la esquina, los asistentes a la comida en la calle que se celebró ayer en la Corrada del Obispo aparcaron por un día la operación bikini para participar en el evento central de la última jornada de las fiestas del Antiguo. "Hemos traído de todo. Empanada, tortilla, queso... Está claro que no vamos a pasar hambre", asegura Teresa Álvarez, que ayer se sumó a la fiesta con un grupo de 17 personas entre familiares y amigos.

El sol y la buena temperatura le pusieron brillo a una jornada de convivencia y confraternización que estuvo precedida de una sesión vermú amenizada por el grupo "The Elderly Brothers". Las grandes mesas comunitarias instaladas en el casco viejo se llenaron hasta los topes. "Para mí es mucho mejor compartir una tortilla con tantos amigos en tu barrio que ir al mejor restaurante. Esto no tiene precio", sostiene Pilar Rodríguez mientras se mete entre pecho y espalda un buen trozo de la tarta preparada para la ocasión por su amiga Raquel Sanchís. Muy cerca de ellos, el pequeño Mateo Menéndez también da buena cuenta de la empanada. "Me la voy a comer yo entera", asegura entre mordisco y mordisco.

Josefina Velasco, ayer, durante la lectura del pregón. | Analía Pello

Josefina Velasco, ayer, durante la lectura del pregón. / Analía Pello

La última jornada de las fiestas organizadas por el colectivo vecinal Oviedo Redondo comenzó a las doce y media del medio día con el ya consolidado homenaje al médico Ildefonso Martínez en la calle del mismo nombre, un acto que se celebra anualmente para reivindicar la importancia de la sanidad pública y que incluye una ofrenda floral ante la placa de un hombre que murió de cólera atendiendo a los infectados en la epidemia que asoló la ciudad en el verano de 1855. A continuación, se celebró la recreación de la lectura del "Manifiesto del Hambre", un texto elaborado por Francisco Bernaldo de Quirós, Marqués de Camposagrado, para denunciar la hambruna que azotó a Asturias a mediados del siglo XIX.

Teresa Álvarez, a la derecha, detrás de la niña Carlota Prieto, junto a un grupo de amigos y familiares, durante la comida en la calle. | Analía Pello

Teresa Álvarez, a la derecha, detrás de la niña Carlota Prieto, junto a un grupo de amigos y familiares, durante la comida en la calle. / Analía Pello

El pregón de las fiestas, que siempre se lee el último día, corrió a cargo de Josefina Velasco, la recién jubilada archivera-bibliotecaria de la Junta del Principado, que destacó las virtudes del barrio en el que vive desde hace 24 años. "El Antiguo en como un pueblo en el que todos somos reconocibles y en el que está toda la historia de la ciudad", asegura. Para cerrar la jornada hubo juegos infantiles y estaba prevista la actuación del "Dúo Sensación" y un segundo pase de "The Elderly Brothers".