Los comerciantes de la plaza opinan sobre la retirada de la fuente de Longoria Carbajal: "¡Que quiten el mamotreto!"

El anuncio del equipo de gobierno de Alfredo Canteli de retirar la fuente de Longoria Carbajal ha caído como una bendición entre los comerciantes de la plaza delimitada por las calles Covadonga y Caveda. Aplausos, alivio y la sensación incrédula del que lleva mucho tiempo esperando que algo suceda se repetían ayer por la tarde entre los negocios de la zona al preguntarles por un proyecto con el que el gobierno local quiere iniciar una nueva revitalización de la zona. Las seis tiendas encuestadas son unánimes a la hora de respaldar la supresión de un elemento que hoy, ya sin su función original, solo trae, denuncian, suciedad, poca iluminación y falta de visibilidad a la plaza.

José Luis Suárez lleva 43 años en una zapatería en la esquina de Covadonga. Vivió la época anterior de los taxis y de los operarios municipales que ayudaban a aparcar. Luego la transformación, la aparición de una fuente que, destaca, "al principio gustaba". Pero ahora, convertidaen una jardinera, concluye que "no se sabe lo que es". Considera, pues, "estupendo" que la quiten. "Interrumpe la visibilidad a los que llegan desde La Lila y entorpece el paso hacia los comercios. Prefiero un espacio amplio y la idea del aguaducho me parece bien, ahora que las terrazas gustan tanto".

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En la joyería vecina Gonzalo Ondina bromea con "la maceta más grande de Europa" que les quedó cuando se decidió eliminar la fuente y poner plantas encima de una estructura a la que solo le falta, sigue con la broma, que le pongan conejos. Ahora le basta "con que quiten eso". "Es un trasto que lo interrumpe todo y deja una plaza muerta. La fuente, al principio, traía muchísima gente, pero ahora...".

En una de las boutiques clásicas de la plaza, todos están de acuerdo con la retirada de la fuente. Uno de los empleados, Faustino Chanca, admite que cuando se puso en funcionamiento "era preciosa", pero ahora solo ve "un mamotreto". "Echamos de menos las farolas. En invierno no hay luz, vas a palpo, parece la boca del lobo". Y concluye que "lo mejor es que la plaza la disfrute la gente".

Mari Carmen del Campo, al frente de una joyería con su hija Jacqueline Landa, es uno de los negocios que la fuente dejó ocultos, en la calle Caveda. Saluda la noticia con un "en buena hora", confiesa que hasta sueña con la retirada de la fuente y que se siente ahora "como si me hubiera tocado la lotería". "Cuando era fuente todavía tenía un objeto. Ahora ni eso, sales y está oscuro, hasta puede dar un poco de miedo. Antes desde aquí veíamos la Jirafa, es fundamental que lo quiten y estaría bien que pusieran algo como el aguaducho que anuncian".

Miguel Fierro y Sara Arroyo, al revés que en el caso de la joyería, llevan solo tres años en un negocio de creps, pero son firme partidarios de la supresión de la fuente. "Estamos muy contentos, nos tapa el negocio y nos parece bien que hagan cualquier cosa con tal de que la quiten y alisen la plaza. Ahora está muy oscuro y hemos visto hasta ratas".

En una floristería vecina, Nieves Ania también apoya el proyecto. "Es una mole que solo conduce a tener suciedad y muy poco interesante en cuanto a las plantas. Así que todo lo que pongas, será perfecto".

Por otra parte, desde Ecologistas en Acción criticaron "hacer todavía más dura una plaza que ya es dura" y pidieron que "cualquier proyecto de remodelación de la plaza vaya en la dirección de añadir vegetación, y no de quitarla".

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