El destripartito sigue desarrollando su plan para destruir el Oviedo que conocemos. La decisión de trasladar el tradicional belén de la Plaza de la Catedral a la plaza de Trascorrales es el primer paso para acabar con el belén y con la cabalgata de Reyes y todo lo que estas dos tradiciones suponen. No se han atrevido a tomar la decisión este año, pero han dado el primer paso para perpetrar este nuevo ataque contra la Iglesia y nuestras creencias en 2016, cuando ya todos los ovetenses se hayan despistado por estos cambios de ubicación.
El Plan es evidente: retiran el belén a Trascorrales, limitando sus dimensiones y su capacidad de visitantes, "atormentándolos" con actos paralelos (han autorizado a la SOF la recepción de Aliatar y los Reyes en este mismo espacio); ocupan la plaza de la Catedral con una carpa y una serie de actividades -pueden ser desde una pista de hielo, sobre lo que al parecer llevan semanas dialogando con una empresa asturiana, o actividades varias para niños y mayores con las que colocar su larga nómina de amiguetes que deambulan por ese mundo de la farándula cultural- con lo que consiguen dos cosas: molestar al Cabildo, lo que les encanta, poniendo ruido a la vera de la Catedral, y suspender la adoración de los Reyes, con lo que desnaturalizan la cabalgata; y hacen una nueva ruta para la cabalgata sacándola del Oviedo Antiguo y convirtiéndola más en un pasacalles que en la representación sentida de una tradición religiosa y popular.
La disculpa del traslado del belén: que ahorran dinero. La pregunta es: ¿por qué tienen que ahorrar dinero si estamos hablando de una tradición popular que atrae a miles de personas? ¿es que no tienen dinero para esta tradición y se han gastado, por ejemplo, 60.000 euros en una fantochada -además supuestamente adjudicada irregularmente- para dar trabajo a los amiguetes con un letrero gigante de San Mateo y una supuesta campaña de promoción? Otra disculpa: que no hay policías municipales para vigilarlo. ¿Se pueden dar argumentos más peregrinos e insultantes a la inteligencia colectiva de los ovetenses?.
La única razón es que quieren acabar con estas celebraciones y esta tradición, que quieren acabar con el Oviedo que se ha construido en los últimos 25 años y que prefieren gastar el dinero en revivir el 34, en cantar las excelencias prehistóricas de la República y en construir un entramado de municipal-dependientes que dé cabida a la amplia nómina de amiguetes que alimentan y de los que se alimentan bajo la soflama de que representan la modernidad cultural. Quieren acabar con nuestras tradiciones para imponernos su sectaria forma de ver la cultura, la política, la sociedad y la vida.
El destripartito está quitándose poco a poco la careta y está avanzando en su plan de destruir el Oviedo que conocemos. Las tradiciones religiosas de San Mateo, el belén, la cabalgata, los Premios Princesa de Asturias?. y vendrán la ópera, la programación musical? Ellos están avanzando y la sociedad ovetense va a tener que avanzar también para plantear una resistencia civil fuerte y cohesionada para paralizar este plan de destrucción del destripartito. Porque hay cuestiones que están, o deberían estar, por encima de las ideologías y de las venganzas.
