La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La columna del lector

Es invicta y es heroica

Pensativu, plasmáu, silenciosu como pitu a la vista del raposu... Parodiando a mi admirado Teodoro Cuesta en una de sus cartas a su amigo el doctor Terrero, expreso mi estado al leer que uno de los genios del tripartito que gobierna mi Oviedo del alma trata de quitar del escudo de nuestra ciudad las palabras "invicta y heroica".

Ninguno de los componentes de ese triunvirato estuvo presente durante el sitio de Oviedo; de modo que no tienen ni el más mínimo derecho a opinar sobre lo que fue aquello. Meses de bombardeos tanto de artillería como de aviación, mal alimentados, aterrorizados por las muertes y la destrucción de nuestra ciudad. Todos los hombres útiles en vanguardia o retaguardia cumpliendo con su deber. Sitiados por un número infinitamente superior en cantidad y en armamento. Escrito aquí no parece nada impresionante. Pero hay fotografías, miles de fotografías que muestran el estado en que quedó Oviedo entre la revolución de 1934 y la guerra de 1936.

Sólo los que estuvimos aquí durante aquellos meses tenemos derecho a opinar sobre si nuestra ciudad es invicta y heroica. Es invicta porque los sitiadores que soñaban con tomar café en el Peñalba jamás lo lograron. Y es heroica porque entre sus ruinas aguantamos meses durísimos, hombres, mujeres y niños, las embestidas de miles de sitiadores.

Respeten algo, que si no entienden es porque son incapaces de sentir lo que es España, lo que es Asturias, lo que es Oviedo, para los que sufrimos aquella desgraciada situación. Respeten el escudo de una ciudad invicta y heroica.

Compartir el artículo

stats