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Leticia González

Con esperanza, con convencimiento

Por una política social más allá de los planes asistenciales, basada en educación y formación

Vivimos tiempos difíciles. La pandemia nos ha dejado sin muchos seres queridos, demasiados. Esta crisis ha provocado que muchos negocios y empleos se hayan quedado en el camino.

Desde el Ayuntamiento de Oviedo realizamos un enorme esfuerzo para estar a la altura de este momento. Hemos articulado todos los medios posibles para facilitar la atención a las personas que lo necesitan.

Desde la Concejalía de Políticas Sociales, en nuestro afán de dar prioridad absoluta a todos los que atraviesan situaciones de dificultad, hemos articulado varias líneas de trabajo, como el Plan Oviedo Contigo, dotado con 3.500.000 €euros para el bienio 2020/21 que ha permitido ayudar a miles de familias ovetenses y que es una de las principales, más exitosas y eficaces herramientas. Era lo que procedía hacer y lo que continuaremos haciendo el tiempo que sea necesario.

Pero debemos pensar que este momento tan extraordinario pasará y que tendremos que enfrentarnos a los nuevos retos que nos va a plantear la sociedad poscovid. Hay esperanza. Podemos construir una sociedad mejor.

No es aceptable que desde algunas instancias políticas se trate de aprovechar la precariedad e incertidumbre que afecta a muchas personas por esta crisis, para proponer modelos económicos y sociales fracasados. No es posible pensar que se van a solucionar los problemas sociales favoreciendo la ocupación de una vivienda o tratando de resolverlos con un enfoque meramente asistencial. Debe haber recursos para que nadie pase necesidades y desde el compromiso de nuestro alcalde, Alfredo Canteli, de no dejar a nadie atrás. Por ello estamos trabajando para dotar presupuestariamente el completo sistema de ayudas para situaciones de emergencia social. Pero no debemos quedarnos ahí.

Si lo hacemos, quedaremos a merced de los populismos, que proponen una visión reduccionista que lo fundamenta todo en hacer a las personas dependientes de las ayudas públicas. Con la extensión y permanencia de estas políticas sociales corremos el riesgo de retrotraernos a prácticas de apaciguamiento social propias de otros tiempos y que deben ser evitadas.

No podemos tolerar esto. Esa no es la solución estructural a los problemas. Por ese camino incidiremos en la cronificación, la desigualdad y la alienación de las personas. Nosotros creemos en políticas de inversión social, que significa tener esperanza en el futuro y creer en las personas.

Para que nuestra comunidad sea realmente inclusiva, para que podamos satisfacer las necesidades y expectativas de estas personas, para evitar, en definitiva, que se queden atrás, es necesario actuar. Nuestra sociedad debe priorizar la educación y la formación.

Esta crisis, con todas sus nefastas consecuencias, tiene que convertirse en una oportunidad de cambio. Este momento exige un nuevo impulso que desde el Ayuntamiento vamos a promover. Y lo haremos bajo este modelo de inversión social, porque partimos, precisamente, de la esperanza, de la confianza en las personas que también permitirá una mejora de su autoestima.

Jugando con la cita de Ángel González: sí, hay esperanza, tenemos convencimiento de ello, y contamos, para conseguirlo, con todos los ingredientes, ilusión, compromiso, trabajo. Ese es el compromiso de Alfredo Canteli, que yo también asumo.

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