María Palacio Mejía recibe este año el Premio Extraordinario en el doble Grado en Derecho y ADE. Para ella el premio ha supuesto un reconocimiento académico muy importante. "Cuando me dieron la noticia me sentí muy feliz y la verdad que orgullosa de mí misma porque todo el esfuerzo ha tenido su recompensa. No me lo esperaba porque en mi clase hay gente muy preparada, así que fue una sorpresa muy agradable porque uno no trabaja para que le den premios, pero si al final lo consigues es muy gratificante", asegura.

"Elegí la carrera pensando más en la rama económica que en la rama de Derecho. Mi idea principal era estudiar un drado económico, pero cuando vi el Doble Grado me pareció una opción muy buena y completa. Creo que los dos Grados se complementan muy bien, una formación se apoya sobre la otra y tiene mucho sentido estudiar estas dos carreras juntas", añade.

Pronto se dio cuenta de que había elegido bien porque, aunque pensaba que no estudiaría Derecho nunca, esa rama le acabó gustando tanto o más que la otra.

"Siempre había oído en casa que en la Universidad nadie iba a dirigir tus estudios, pero el sistema actual no se parece al que vivieron mis padres, muchas clases son obligatorias y la evaluación continua te da ese seguimiento que antes no había. Puede verse tanto desde el punto de vista positivo como negativo: hace más sencillo aprobar, aunque también quizá se pierde un poco esa libertad universitaria. A nivel académico, creo que la formación que nos dan en este Doble Grado es muy buena, muchos profesores se implican mucho y de verdad se preocupan por cómo les vaya a sus alumnos", señala.

En el tiempo libre hace mucho deporte, va al gimnasio con sus hermanas, sale de fiesta con sus amigas y pasa tiempo con su familia. Después de acabar al carrera, sigue estudiando, así que no tiene mucho tiempo libre, "pero el que tengo lo disfruto mucho", sentencia.