El Oviedo se atascó ante el Mallorca y cedió un nuevo empate en el Tartiere en un partido en el que los azules nunca estuvieron cómodos en el césped. Los locales volvieron a mostrar los mismos problemas en la creación del juego, con un centro del campo que sigue sin ser determinante cuando el equipo tiene la posesión del balón y así las opciones ofensivas quedan muy reducidas, ya que la profundidad del equipo es muy escasa.

El Mallorca, que llegaba a Oviedo como colista y sin haber conseguido puntuar fuera de casa planteó el partido con un equipo más de contención que de creación. Mostró una buena intensidad en sus acciones, anuló bien a los azules y además tuvo capacidad para, en especial en el tramo inicial del partido, crear varias situaciones de peligro ante la portería de Esteban.

La falta de fluidez en el juego y la escasa profundidad por las bandas lastró a un Oviedo que excepto el último cuarto de hora de la primera mitad, en el que generó las mejores ocasiones y marcó el tanto del empate, apenas inquietó a un Mallorca al que le bastó su orden defensivo para estrenar su casillero de puntos como visitante.

Egea introdujo tres cambios con respecto al equipo que empató en Elche, dando entrada a Verdés, Edu Bedia y Toche.

El Mallorca entró mucho mejor que el Oviedo en el partido. Los baleares tuvieron la posesión y el control del juego en el tramo inicial y apenas tardaron seis minutos en ponerse por delante en el marcador, al aprovechar Javi Ros un pase de Sissoko para batir a Esteban.

El gol acentuó las dudas de los oviedistas que no encontraban su sitio en el campo. Les costaba tener la posesión, ya que cometían excesivos errores en los pases y además carecían de profundidad para llegar con peligro a las inmediaciones del área rival.

El Mallorca, sin hacer nada del otro mundo, seguía teniendo el dominio y además dando sensación de peligro cada vez que se acercaba a la portería de Esteban. Así, Bianchi gozó de una clara ocasión en el minuto 21, que el portero azul paró con acierto.

El Oviedo intentó estirarse, pero sus errores en la salida del balón le dejaban sin muchas opciones ante un rival que dio un paso atrás y comenzó a perder su claro dominio del encuentro.

Los azules dispusieron de su primera ocasión clara en un error de su zaga. Peña centró desde la banda izquierda y el mal despeje de Costas, junto con la intervención de Wellenreuther, acabó con el balón en un poste.

A partir de ese momento llegaron los mejores momentos de los azules. Al minuto siguiente fue Hervías el que lo intentó con un disparo desde fuera del área que el portero balear atrapó sin problemas y en la acción siguiente, Toché no llegó a rematar, tras una indecisión de Costas, cuando se encontraba en una inmejorable posición.

Sin embargo, en el minuto 41, el propio Toché iba a conseguir el tanto del empate al aprovechar un buen pase de Erice y batir en su salida a Wellenreuther.

En la segunda mitad, con la entrada de Cristian Rivera por Aguirre, para reforzar la posición de pivote junto con Erice, Susaeta pasó a la banda derecha. Los azules salieron con más intensidad, aunque la primera oportunidad clara cayó del lado visitante en un remate de Bianchi, que salió alto, tras un buen pase de Moutinho.

La buena salida del Oviedo no tuvo continuidad y de nuevo fue el Mallorca el que volvió a tener fases de mejor control del partido, aunque sin generar situaciones de peligro ante la portería de Esteban. Con el juego trabado y con escasas oportunidades de gol se llegó al final de un partido que deja un soso empate en el Carlos Tartiere.