Cuando David Fernández eche un vistazo a todo lo sucedido en 2015, la imaginación se le irá inevitablemente al Ramón de Carranza. Susaeta la puso desde la esquina y el central cabeceó con fe para acabar con más de una década de desgracias y devolver el equipo a Segunda, al foco mediático, al lugar que como mínimo debe ocupar en el fútbol nacional. El año que se cierra es para el central madrileño excepcional pero el fútbol siempre mira hacia adelante. Por eso, después de la sonrisa en su rostro cuando se le menciona lo vivido, no duda a la hora de lanzar su apuesta para el año que entra: "Ojalá que en 2016 todo siga igual de bien para el Oviedo".

Mantener la línea sería sinónimo de éxito, a la vista de lo sucedido en los últimos meses. "Ha sido un año inmejorable, con la buena marcha del equipo y el ascenso a final de temporada. Ahora, no hemos podido tener un mejor arranque de campaña en Segunda, en el regreso al fútbol profesional", reflexiona David Fernández.

El saldo dentro del oviedismo no puede ser mejor en el epílogo de 2015. La victoria ante el Almería sirvió como perfecto colofón y un nuevo incentivo para pensar en un futuro igual de halagüeño. Solo los más optimistas soñaban con una adaptación tan buena a la categoría. La capacidad económica del Grupo Carso provocó que en verano Carmelo del Pozo y Joaquín del Olmo vieran cumplidas sus expectativas de completar una plantilla de garantías. La intervención de Arturo Elías posibilitó que el techo salarial impuesto por la Liga se elevara notablemente en el caso de los azules. Pero una mayor capacidad de gasto no siempre asegura resultados. Había otros condicionantes a tener en cuenta. Estrenarse en Segunda y pelear por los puestos de honor no está al alcance de tantos equipos.

A la hora de señalar las claves en la mejoría, David Fernández no duda. "Hemos ido mejorando con el paso de las jornadas. Cada vez encontramos más el equilibrio entre el ataque y la defensa", señala. "Siempre hemos apostado por ser ofensivos y a veces esa actitud significa que encajemos goles. Pero poco a poco lo vamos corrigiendo y a medida que avance la temporada seremos aún más sólidos", añade. El razonamiento de David Fernández se apoya en las cifras.

El punto de inflexión es la derrota en Ponferrada. Quizás en el tropiezo más atractivo de los azules, después de un partido en el que mostraron un enorme potencial ofensivo. Pero aquella tarde, los errores defensivos condenaron a los de Egea. Aquel 4-2 llegó en la jornada 10ª de competición y provocó un periodo de reflexión en el cuerpo técnico. Decidió entonces el Oviedo que debía ser menos alegre, que debía cerrar con más agresividad. Hasta el partido de El Toralín, los azules sumaron 15 puntos en 10 jornadas, con 18 goles a favor y 17 en contra. El ritmo era entonces de 1,5 puntos por partido con 1,8 goles a favor y 1,7 en contra. A partir de entonces, con el cambio impuesto desde el banquillo, el Oviedo ha mejorado sus registros: ha sumado 16 puntos en los últimos 8 encuentros, con 9 goles a favor y 5 en contra. La media ha mejorado: 2 puntos por partido, con 1,1 goles a favor y 0,6 en contra (la más notable diferencia).

El último ejemplo se vio ante el Almería, con una defensa cerrada y un Esteban inspirado para no recibir ningún tanto. "Cuando te vas con la puerta a cero siempre lo haces satisfecho con el trabajo. Es un factor importante. El equipo hizo ante el Almería un trabajo espectacular y Esteban estuvo de diez cuando fue necesario", razona David Fernández. En el continuo crecimiento del equipo carbayón los resultados han ido llegando. "Al ir sumando cada jornada tenemos tranquilidad para seguir trabajando. La idea es estar arriba al final de temporada, peleando. De momento estamos cumpliendo las expectativas y el rendimiento está siendo muy bueno", indica el defensa.

El descanso invernal llega en el mejor momento posible para la plantilla azul. El equipo vive su mejor momento del año, con tres victorias consecutivas que le han colocado tercero en la tabla. El ascenso directo, un objetivo que se prefiere no mencionar directamente, está a tan solo dos puntos de distancia. La misma brecha que hay con el primero. "Queremos volver del parón navideño con las mismas ganas que hasta ahora", cierra el defensa.