Era su regreso semanas después de su salida y sólo pudo disfrutar del Tartiere desde el banquillo, esta vez el visitante. Richard Boateng, jugador del Alcorcón, cedido por el Oviedo, regresó ayer al que fue su estadio durante cinco meses. Fue suplente y no disputó ni un solo minuto. Recibió varias muestras de cariño del púbico, sobre todo de los situados detrás del banquillo del Alcorcón de Cristóbal.

Boateng, que calentó durante casi toda la segunda mitad en la banda del Tartiere, respondió a las ovaciones con varios gestos de agradecimiento. El ghanés debutó hace una semana ante el Cádiz, pero parece que le está costando ganarse la confianza de Cristóbal, que ayer, no le vio como el revulsivo necesario.