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Las odiosas comparaciones

Oviedo y Cádiz, rivales en 2015 por salir de Segunda B, en los extremos: los gaditanos luchan por subir y los azules por no bajar

Las odiosas comparaciones

Hace cinco temporadas se vieron las caras para salir del pozo. Fue en El Carranza, en 2015. Quien ganase subiría a Segunda. El Oviedo salió triunfante, dijo adiós a una época nefasta en lo deportivo, y su rival, el Cádiz, aún tuvo que vagar otra temporada más alejado del fútbol profesional. Cinco años más tarde, los amarillos aspiran a volver a Primera División por la vía rápida (van primeros y le sacan diez puntos al Almería, segundo) y los azules marchan penúltimos, a un punto de la salvación, y luchan por no regresar al pozo del que tanto les costó salir.

Y es que el Oviedo y el Cádiz tienen bastantes cosas en común. Ambos son dos históricos del fútbol español, aunque con amplia ventaja para los azules: 38 temporada en Primera, contra 12 de los amarillos. Los dos presumen de un gran apoyo social: en las últimas temporadas, el Oviedo ronda los 20.000 socios (en la presente el flujo de abonados ha descendido, con 17.500), y el Cádiz, los 15.000. Y, tanto andaluces como asturianos, gozan de capacidades económicas parecidas: sus límites salariales, claves para competir en Segunda División, siempre han estado a la par en esta etapa en los últimos años en la categoría de plata. El Cádiz, de hecho, superó en el ranking al Oviedo por primera vez en este apartado.

Además, los dos equipos han andado por el barro: trece años alejado del fútbol profesional el Oviedo en la época de Tercera y Segunda B y 16 temporadas el Cádiz en Segunda B, más otra etapa en la Tercera División en los años 50 (1944-1955). Circunstancias parecidas, pero destinos opuestos en la actualidad. Porque también hay amplias diferencias en la acción de uno u otro club desde la vuelta de las catatumbas. La más llamativa, la que tiene que ver con el banquillo. El Cádiz puede presumir de un goloso estatus en Segunda División, una categoría que destaca por lo voluble de los entrenadores.

Los gaditanos, desde que ascendiesen en 2016, solo han tenido un técnico en Segunda: Álvaro Cervera. El cántabro, nacido en Santa Isabel (Guinea Ecuatorial), cogió al equipo cuando faltaban cuatro jornadas para concluir la temporada 2015-2016, en Segunda B, mientras el Oviedo, con Generelo de entrenador, apuraba sus últimas opciones de jugar un play-off. El anterior entrenador del Cádiz fue Claudio Barragán, que ya había estado la temporada anterior. Desde entonces, Cervera ha sido el entrenador del Cádiz durante cuatro temporadas consecutivas. El Oviedo, en cambio, ha tenido seis entrenadores distintos en las cinco campañas que lleva en Segunda (Egea, además, en dos ocasiones) y solo en dos cursos no se registró un cambio de técnico (el año de Hierro y el primero de Anquela).

Con Cervera en el cargo, pues, el Cádiz ascendió y, desde entonces, ha sido un "intimo enemigo" del Oviedo en Segunda, con una piquilla entre aficiones desde ese cruce en el play-off. Y comparando la trayectoria de ambos, hubo de todo, con ligera ventaja para el Cádiz.

Los gaditanos jugaron un play-off de ascenso a Primera en la temporada posterior a regresar a Segunda, un objetivo que el Oviedo todavía no ha logrado saborear (ese año quedó 8º). En la temporada siguiente, con Anquela en el banquillo, los azules quedaron séptimos y los gaditanos novenos. La campaña pasada, por delante el Cádiz, séptimo, con el Oviedo octavo, ambos a la puerta del play-off. Y en la 2019-2020, la actual, el cambio más drástico, con el Cádiz como un rayo y el Oviedo buscando oxígeno.

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