La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El aval del Grupo Carso contra la crisis

El Oviedo afronta el periodo de recesión sin deudas y con la intención de no reducir sueldos

El aval del Grupo Carso contra la crisis

Cuando la crisis sanitaria del coronavirus se acercaba peligrosamente a México, el Grupo Carso emitió un comunicado, fue el pasado 24 de marzo, que pretendía transmitir tranquilidad a los miles de trabajadores de sus múltiples empresas. También a los del Real Oviedo, su inversión más fuerte en el mundo del fútbol. "Si bien las medidas de contingencia sanitaria pudieran implicar el cierre provisional de algunos establecimientos, los empleados del Grupo Carso conservarán su trabajo frente a la contingencia provocada por el COVID-19", explicaba la nota. A esa información fue seguida una comunicación interna que decía que la intención en estos momentos es que se mantengan los salarios de cada profesional. El Oviedo afronta la travesía del fútbol por el desierto con el aval de Carso, una garantía para la tranquilidad.

Porque la incertidumbre que rodea al futuro inmediato del deporte no evita predecir que viene una etapa de restricciones. Francesc Arnau, director deportico azul, fue claro en su intervención ante los medios de comunicación esta semana: "Los precios en el fútbol van a bajar. Habrá una regresión en salarios y presupuestos y si no lo pagamos esta temporada, será en las siguientes".

El club azul seguirá una dinámica similar a la de otros conjuntos de la categoría, con cantidades cuantiosas que se dejarán de ingresar se opte por la anulación de la campaña (un extremo que no se descarta desde el Oviedo) o su desenlace a puerta cerrada. Las cifras publicadas por LA NUEVA ESPAÑA hablan de cerca de 3,5 millones en peligro en el caso de cerrar la campaña y de entre 1 millón y 1,5 si se disputa a puerta cerrada. Conceptos como el dinero de las televisiones, los abonados y socios o las ventas de la tienda están en entredicho ante un final de campaña plagado de incertidumbres.

Pero el buen hacer en la esfera económica de las últimas campañas hace que el conjunto carbayón afronte el periodo de recesión con una posición firme: no tiene deudas con los organismos públicos. Haberse librado de las cargas con la Seguridad Social y Hacienda (habituales desde el descenso administrativo en 2003) le permite al Oviedo afrontar lo que viene sin gastos extra en su libro de ruta. Para los azules, se trata simplemente de salvar cada ejercicio.

La situación no es la misma para otros conjuntos de la categoría que deberán ingeniárselas para soportar los altos sueldos con los que cuentan en sus plantillas (o dar salida a algunos futbolistas importantes), además de cumplir con el calendario de pagos con las instituciones públicas.

Muchos clubes de Segunda ya han anunciado su intención de acogerse a unos ERTE que logren aliviar las cuentas. El Zaragoza, por ejemplo, hará una rebaja salarial para sus futbolistas (se habla de que estará en torno al 25%) y un ERTE a sus empleados. Ponferradina y Racing también han iniciado el proceso para un ERTE. El Rayo Vallecano ha sido el último en anunciar que se acogerá a una medida así. Un extremo que, de momento, el Oviedo descarta, aunque las circunstancias pueden cambiar en cualquier momento, como ha advertido Arnau esta semana.

Compartir el artículo

stats